HORACIO ZIMMERMANN @Horacon Redacción Online
Uruguay sabe jugar finales. No se escuchó otra frase mejor para definir al rival en la semana. Se oyó en cada esquina de Lima. Se leyó en cada tuit. El resultado de hoy demostró que nadie se equivocó. Ni en sus declaraciones, ni en sus publicaciones, ni en sus pronósticos. El equipo de Tabárez, aunque inferior en el juego en el primer tiempo, metió el partido a su estilo: fricción pura. Pegó más de lo que jugó y la selección peruana cayó en ese juego, vio un gol en contra y sufrió una tonta expulsión de Yotún. Lo perdió en tres minutos. Entonces los ‘charrúas’ resolvieron el partido como les gusta, fácil: dos remates de Suárez, dos goles. Brasil 2014 quedó muy lejos. La derrota huele a adiós anticipado del mundial.
El primer tiempo había sido bueno. Hasta los cuarenta minutos Perú había sido superior en el trámite. Tuvo posesión, generó y no le generaron ocasiones. Se jugó más tiempo en cancha uruguaya que en la peruana. Eso sí, la bicolor perdonó dos claras. Y en una final no se puede fallar. Primero erró Pizarro y luego Ramírez. Ambos en el mano a mano con Muslera. Perú fue paciente para el traslado de la pelota y generó peligro cuando entró por el medio. No obstante, en una jugada aislada, Ramos cometió penal contra Suárez, quien, en el único remate que realizó Uruguay en el primer tiempo, convirtió en gol el penal que Fernández no pudo atajar.
De antemano se sabía que Perú se iba al descanso con un gol en contra. Lo que no se tenía previsto era la tonta expulsión de Yotún. Ahora la meta era más difícil. Un gol en contra y un jugador menos ante un rival directo. La segunda etapa empezó cuesta abajo. Se habló mucho del árbitro argentino Lousteau. Tuvo un pésimo arbitraje pero para los dos equipos. Echarle la culpa de la derrota es no reconocer errores propios que nos costaron el partido. Uruguay abrió el segundo tiempo con todo. Quiso liquidar rápido. Y casi lo consigue. Fernández atajó un mano a mano a Cáceres y luego el juez no cobró un penal de Advíncula a Cavani.
Vargas entró en el campo para tratar de equilibrar el juego, pero Uruguay liquidó a los 66 minutos. Otra vez Suárez. Remató colocado, imposible para Fernández. Así, con dos goles en contra, un jugador menos, y con los jugadores peruanos desconcentrados, sin paciencia, fue imposible remontar el resultado. Farfán descontó con un golazo de tiro libre a los 84 minutos, pero no bastó. No alcanzó su actitud, su fútbol, sus ganas. Contagió a pocos. Y Uruguay ganó bien el partido.
Hoy recordábamos que hace 32 años Perú clasificaba al mundial de España 82, precisamente tras un empate en el Nacional. Hoy, viernes 6 de setiembre, decimos prácticamente adiós a la Copa del Mundo: dos realidades opuestas. Esta vez le tocó a Uruguay dejarnos afuera. Y adiós Brasil. Y no sé cuándo un equipo sudamericano volverá a ser anfitrión del mundial. Todo será más difícil de ahora en adelante. Vuelve Brasil a la Eliminatoria y es prácticamente un cupo menos para clasificar. Del partido: no busquemos un culpable en el árbitro. Se equivocó, es cierto, pero Perú perdió el partido en tres minutos: en el penal y la expulsión del primer tiempo. Había sido superior, pero cayó en el juego mental de los celestes. Y en eso ellos son genios.