El minuto 75 del encuentro en Lima entre Perú y Colombia por las Eliminatorias quedará en la historia. Los 'cafeteros' nos dejaban fuera del Mundial, pero apareció nuestro capitán Paolo Guerrero para darnos la tranquilidad en un momento muy complicado.
La selección peruana no encontraba cómo alcanzar el empate. James Rodríguez le había dado la ventaja parcial a su país a los 55' y en el Estadio Nacional se sentía mucha tensión.
A los 74 minutos, Renato Tapia envió un balón al área colombiana que fue despejado por la zaga rival sin problemas. Hasta ahí todo estaba cuesta arriba. Perú no encontraba la forma de hacer daño y el pelotazo era el único recurso.
Pero un balón dividido fue convertido por el aguerrido Aldo Corzo en una pelota de oro. Fiel a su estilo, se lanzó de cabeza sobre el esférico y fue conectado por el lateral izquierdo Frank Fabra.
El árbitro brasileño Sandro Ricci sancionó la falta, muy cerca del área. Paolo Guerrero tomó el balón con mucha decisión y la plena confianza de convertir el empate que nos deje todavía en la pelea.
Al parecer nadie le avisó, o tal vez no prestó atención a la indicación del colegiado, pero lo cierto es que Ricci ordenó tiro libre indirecto; es decir, el toque previo al disparo era obligatorio.
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Guerrero y Cueva conversaban en un minuto que se hizo eterno. Los hinchas blanquirrojos se pusieron de pie, tal vez presagiando un desenlace positivo para nuestra selección. Y así fue.
Paolo remató con mucha precisión y la mano milagrosa del portero cafetero David Ospina no hizo más que confirmar que seguíamos en la lucha por el objetivo que nos fue esquivo más de 30 años.
El gol fue legítimo, Ospina literalmente nos dio una mano. Aunque a decir verdad, muchos tardamos varios segundos en gritar la anotación. El único que no dudó fue Guerrero quien fue a celebrar a la tribuna oriente de un Nacional que explotó.
Faltaban aún 15 minutos, pero que no guardaron mayores emociones. Ambas selecciones esperaban el final, pues en los demás partidos de la jornada se habían dado los resultados que dejaban a Colombia en Rusia y a Perú en el repechaje.
Ricci pitó el final y, mientras algunos celebraron el objetivo, otros entraron en confusión por la real situación de la blanquirroja en la tabla de las Eliminatorias.
Lo cierto es que Perú jugaría días después el repechaje ante Nueva Zelanda gracias a la excelente ejecución de Paolo Guerrero y una “ayuda divina”. El resto de la historia dice que se consiguió el objetivo y clasificamos al Mundial Rusia 2018.