Salir a correr o caminar, practicar una hora de yoga o dedicarle unos minutos a la meditación son actividades cotidianas para muchas personas alrededor del mundo. Gracias al avance de la tecnología, estas actividades tan sencillas para algunos y retadoras para otros, pueden generar un impacto en la sociedad más allá del propio bienestar. Este es, justamente, el ‘core’ del negocio de Betterfly.
Los hermanos Della Maggiora, Eduardo y Cristóbal, fundadores de la compañía, comenzaron el negocio en 2018 con un nombre distinto, ‘Burn to give’, cuyo concepto inicial abarcaba realizar una actividad saludable, y por tanto, quemar calorías. Cada caloría “quemada” a través de su plataforma, podía convertirse en una donación para la ONG chilena Leche para Haití. “Con 30 millones de calorías alcanzaba para 400 paquetes de alimentación (leche) para niños en Haití […] En cinco o seis días alcanzamos la meta de los 30 millones de calorías. Fue tan exitoso que pudimos aumentar la meta”, contó Cristóbal Della Maggiora, presidente y co-fundador, durante el Betterfly Day realizado esta semana en Nueva York.
Con el paso de los años, y sobre todo, después de la pandemia, la flexibilización del modelo de negocio de los hermanos Della Maggiora, ha permitido que cinco años después, el propósito del hoy unicornio social latinoamericano continúe manteniendo su esencia: convertir la vida saludable y los buenos hábitos en donaciones para diferentes causas a nivel mundial, que van desde brindar una mejor alimentación a los niños en Haití hasta cuidar el medioambiente con distintas iniciativas que incluyen la lucha contra la deforestación (One Tree Planted) y dotar de agua a poblaciones vulnerables en Kenia (Water is Life).
La compañía, que trabaja con más de 5.000 clientes, no tiene pensado seguir expandiéndose a más mercados este año, sino más bien fortalecer sus negocios en los ocho países en los que opera (Perú, Argentina, Chile, Colombia, México, Brasil, España y Ecuador), aseguró Joao Figueira, VP, Strategy & Business Development de Betterfly, durante el Betterfly Day. ¿De qué forma?
El modelo incluye dos principales ramas: un sistema de beneficios para colaboradores (modelo de fidelización corporativa), y las alianzas con aseguradoras que incluyen en su oferta de valor a Betterfly y sus distintas iniciativas saludables.
En el primer caso, el unicornio puede trabajar con cualquier empresa que busca fidelizar a sus colaboradores mediante una plataforma que brinde distintas opciones como caminar, hacer yoga o meditar. En el segundo caso, las compañías de seguros socias de Betterfly incorporan opciones costumizadas, a modo de incentivo, para generar una cultura de prevención e incluso, hasta un ‘trade off’: cuanto más actividades saludables se realicen, mayor será la cobertura del seguro contratado.
En ambos casos, con la ejecución de una actividad, el usuario genera las llamadas ‘BetterCoins’, que son donadas a las diferentes causas sociales.
Retos e hitos
Tras los años retadores a raíz de la pandemia, muchas empresas alrededor del mundo se han ajustado el cinturón dada la necesidad de minimizar costos operativos. Esta situación es la que enfrentan distintas compañías tecnológicas en Estados Unidos, y Betterfly no ha sido la excepción. Aunque el unicornio tuvo que despedir a un tercio de sus trabajadores en toda la región al inicio de este año, el optimismo está presente en los planes de corto, mediano y largo plazo de la empresa, que logró levantar US$125 millones el año pasado.
En el Perú, desde el 2022 la empresa trabaja con Interseguro. Juan Pablo Segura, CFO del brazo asegurador del Grupo Intercorp, quien participó también del Betterfly Day, comentó que la oportunidad de expansión es inmensa, pues aún hay gran porcentaje de la población que no tiene aún acceso a seguros vida. “Alrededor de 15% de nuestros colaboradores [del Grupo Intercorp] utilizan Betterfly”, dijo también Segura, evidenciando que sus trabajadores son también usuarios de la plataforma.
Si miramos las cifras no financieras del unicornio, con 300 millones de personas en todo su ecosistema, el año pasado realizó 2,6 millones de donaciones. “De ellos, por ejemplo, 2,4 millones fueron donaciones de comida. Además, se donó 1 millón de litros de agua, y se plantaron un millón de árboles […] En general, se contabilizaron 50 milllones de hábitos positivos”, contó Figueira, VP, Strategy & Business Development.
Desde el otro lado de la mesa, Jens Thobo-Carlsen, Chief Commercial Officer (CCO), afirmó que el 2022 fue un año importante de crecimiento.
“El año pasado crecimos casi un 100% en facturación versus el 2021. Esperamos duplicar la cifra de nuevo este año. Para este 2023 esperamos superar los US$50 millones en ingresos. No son metas extremadamente ambiciosas, pero queremos consolidarnos en los mercados [en los que ya operamos]”, dijo
Y es que, la propuesta de valor en cada operación es distinta. En el caso de Brasil, el mercado de beneficios flexibles corporativos es vasto dada la obligatoriedad regulatoria vigente. En esa línea, el Perú tiene también como exigencia regulatoria para el mercado laboral formal, la adopción de un seguro de vida. No obstante, otros mercados como Ecuador y Argentina son más retadores. Mientras que en Ecuador los beneficios corporativos son casi inexistentes, en Argentina existen ciertas restricciones para su uso.
El concepto -vivir de manera saludable y al mismo tiempo, generar un impacto en la sociedad mediante donaciones- es potente. El reto para el unicornio está en encontrar el equilibrio entre crecimiento y rentabilidad, y fortalecer los mercados en los que ya trabajan para continuar expandiéndose alrededor del globo, lo que incluiría eventualmente su aterrizaje en un mercado tan competitivo como Estados Unidos. “La salida a la bolsa será en un periodo de tres a cuatro años [...] La otra alternativa es el mercado de capitales privados. En los próximos dos años nos vamos a consolidar como una plataforma regional de beneficios”, indicó Eduardo Della Maggiora, CEO y fundador de Betterfly durante Betterfly Legacy, evento realizado en la Bolsa de Valores de Estados Unidos en el que el unicornio anunció un plan inédito de desarrollo, que convierte en potenciales accionistas a las fundaciones beneficiadas por la compañía.
Con esto, de ahora en adelante, las fundaciones beneficiadas por Betterfly tendrán acceso a las denominadas ‘Social Impact Stock Units’, instrumento creado por Betterfly y anunciado en la sesión, a través del cual las fundaciones pasarán a participar de la propiedad de Betterfly y del éxito económico en caso de una futura apertura en bolsa o venta de la compañía.
El potencial para crecer parece infinito para la startup que tiene, como lo reconocen sus directivos, dos años de arduo trabajo.
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