En el primer semestre del año, la economía peruana creció 2,5%, impulsada por el repunte de la pesca y la agricultura, ante mejores condiciones climáticas. Sin embargo, este crecimiento ha sido diferenciado según regiones y sectores. Así, mientras la zona sur se vio favorecida por el rebote agropecuario, la zona oriente enfrenta escasez de lluvias y la presencia de plagas.
Rebote pesquero y agrícola
La zona norte lideró el crecimiento en el segundo trimestre (+5,6%), su mayor avance en tres años, tras cuatro trimestres de caída. Este avance se debió en gran medida al rebote de la pesca y su impacto en la industria de harina de pescado. Durante la primera temporada de pesca de anchoveta de 2024, las capturas fueron casi 10 veces lo registrado en las pescas exploratorias de 2023, pero aún 9% por debajo del promedio 2018-2022.
Lima registró el segundo mayor avance (+4,5%), impulsada por el dinamismo de los sectores vinculados al consumo (comercio y servicios), en un contexto de menor inflación y recuperación gradual del empleo. Por su parte, el crecimiento en el sur (+2,7%) responde a la recuperación agrícola, principalmente de papa y forrajes, ante la ausencia de las anomalías climáticas que perjudicaron al sector en 2023.
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En cambio, las zonas centro (+2,2%) y oriente (+0,9%) crecieron a un menor ritmo por retrocesos en la minería y agro, respectivamente. Por un lado, el mantenimiento programado en la mina Toromocho se tradujo en menores volúmenes de cobre en Junín, mientras que la escasez de lluvias y propagación de plagas en regiones en el oriente como San Martín, Madre de Dios y Ucayali afectaron la producción de cacao (-16%) y café (-9%).
Balance al primer semestre
En agregado, 16 de 24 regiones crecieron durante el primer semestre. Lideraron Puno (+20,4%), beneficiada por el rebote de la producción de papa; Huancavelica (+15%), favorecida por el reinicio de operaciones de la mina Cobriza; y Tacna (+12,4%), por la mayor producción minera en Toquepala. En contraste, Apurímac (-4,5%), Junín (-3,7%) y Arequipa (-1,8%) tuvieron las mayores contracciones, debido principalmente a la caída de la producción metálica, mientras que el retroceso de Piura (-1,7%) responde a la caída de la pesca y manufactura por la menor disponibilidad de pota.
En este periodo, solo 9 regiones crecieron por encima del 3%. En la década previa a la pandemia (2010-2019), 15 regiones crecían por encima de dicha cifra. El menor dinamismo regional refleja la pérdida del potencial de crecimiento del país y el deterioro de las perspectivas de crecimiento a mediano plazo. Así, en el periodo 2022-2024, 19 de 24 regiones crecieron a un menor ritmo que en 2010-2019, y 13 crecieron a menos de la mitad.
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Perspectivas
Para el resto del año, el norte se beneficiaría de la recuperación de la agroexportación. Si bien el agro retrocedió 3,9% en julio, la normalización de las condiciones climáticas impulsará el repunte de productos como el arándano, que en el norte cayó 33% en la segunda mitad del 2023. Además, a nivel nacional, el continuo avance de la inversión pública -que creció 57% en julio y agosto- impulsará el sector construcción; y el dinamismo del consumo, continuará dinamizando el comercio y servicios.
En contraste, en julio la producción de zinc y cobre continuó cayendo en minas como Cerro Verde, Las Bambas y Quellaveco. Por ello, según Víctor Gobitz, presidente de la SNMPE, debido a las bajas leyes de minerales que se vienen registrando, no se alcanzaría la meta de producción de 3 millones de toneladas métricas finas de cobre proyectadas por el Minem. Ello también se explica por la ausencia de proyectos mineros de gran envergadura que inicien operaciones y las dificultades para ampliar la producción de las minas en operación.
Más allá del resultado de este año, la ausencia de reformas que reviertan la pérdida de productividad del país, especialmente en la última década, limita la capacidad de crecimiento de las regiones en el mediano plazo. Para revertir esto, urge concretar acciones que mejoren el entorno de negocios para promover la inversión privada y aprovechar el potencial productivo de todas las regiones.
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