Acaba de terminar el primer año de la Liga 1 de fútbol profesional y los que la dirigen han dejado pasar varias oportunidades de mejora. Si hubiesen aplicado estrategias básicas del márketing, hubieran podido aumentar sensiblemente la asistencia a los estadios y la generación de ingresos.
El fútbol profesional es una de las tantas propuestas que existen en el mercado para satisfacer la necesidad de entretenimiento de su público objetivo, por lo tanto, compite con los cines, las discotecas, la televisión, las pichangas, etcétera, por la atención y el dinero del público. Todos estos competidores se esfuerzan por mejorar continuamente la experiencia que le ofrecen a sus clientes: facilidades para comprar entradas, infraestructura limpia, cómoda y segura, promociones, etc. Pero, la Liga 1 y la mayoría de clubes que participan en ella hacen poco o nada por mejorar la experiencia de asistir a un partido.
De la misma forma que una discoteca se esfuerza por ofrecer el mejor sonido, los cines por ofrecer las mejores películas y la televisión por brindar los mejores programas, la Liga 1 debiera preocuparse por asegurarse que todas las canchas, donde se jueguen los partidos que ella organiza, estén en perfecto estado, que los árbitros estén debidamente capacitados para asegurar el cumplimiento de las reglas y que el juego, la esencia de su espectáculo, se detenga lo menos posible. Un buen ejemplo de esto último lo da la Liga Inglesa, que antes de cada campeonato da cursos a los árbitros para que se uniformicen criterios y para, en lo posible, evitar que se interrumpa el partido, es decir, el espectáculo, sin dejar de lado el reglamento.
El márketing nos enseña que el precio debe ser la expresión del valor. Si la Liga 1 y los clubes que la componen comprendieran esto, dependiendo del valor o atractivo que tiene cada partido y de la ubicación dentro de una misma tribuna, el precio debería variar. Sin embargo, no vemos que en los partidos de menor atractivo se hagan promociones. Esto, además de generar ingresos para los clubes, incentivaría que ciertos segmentos del público objetivo que no acostumbran asistir a los partidos, se motiven a hacerlo.
Hemos señalado solo algunas de las acciones de márketing que la Liga 1 debería ejecutar. Hay muchas otras, como la de realizar acciones de responsabilidad social de la marca (Liga 1), consecución de patrocinadores, negociación colectiva de los derechos de televisión, etc. El márketing, como es evidente, puede cumplir un papel muy importante para ello.