La plataforma de Airbnb no solo es una competencia de las grandes cadenas hoteleras a nivel global, también lo es en el Perú. De acuerdo al Observatorio Turístico de la Universidad San Martín de Porres (USMP), la demanda de hoteles de tres y cuatro estrellas se contrajo en 30% en el último año, como efecto de las plataformas que ofrecen viviendas temporales, entre las que destacan Airbnb y otras.
Es más, según la misma plataforma, Lima es la tercera ciudad de Latinoamérica con mayor requerimiento de alquileres de este tipo de servicio en Latinoamérica, recuerda a Día1 Luis Sicheri, experto en turismo.
►Airbnb: Sector Vivienda y Mincetur evalúan regulación de apps de arrendamiento►Ante avance de Airbnb, grupo hotelero Wyndham negocia unirse a la plataforma
José Marsano, director del Observatorio Turístico, explica que la demanda se presenta, sobre todo, en Lima, Cusco y algunas otras provincias importantes en cuanto a flujo turístico. Incluso, remarca que llega a ser el 40% en la capital. “Las tarifas también se están contrayendo.
En el Cusco han bajado entre 10% y 20%, frente a la tarifa regular de tres o cuatro estrellas”, sostiene. El especialista señala que esta situación no solo impacta en los hoteles con un perfil turístico, se presenta un impacto similar también en los hoteles corporativos.
“Muchos de los inversionistas que llegan al Perú también son de empresas medianas o pequeñas que en una primera visita optan por un hotel corporativo, pero luego ven en el Airbnb una alternativa más económica”, apunta. En este segmento, la contracción de la demanda llega al 30%.
COMPETENCIAPara Marsano, los departamentos o casas de Airbnb pueden lograr ese nivel de precios, debido a que no pagan los tributos que sí paga una cadena hotelera, por lo que constituye una suerte de competencia desleal. Hoy en el Perú, agrega, estos alojamientos solo pagan un 5% a la Sunat, pero no pagan Impuesto a la Renta y otros impuestos que sí pagan los hoteles.
En otros países, como España, al notar esta situación en Madrid se realizó un inventario y se le aplicó un Impuesto a la Renta, similar a los hoteles y un impuesto por sobreuso del edificio para los vecinos, comenta el profesor. En México, asegura que es similar.
Para Sicheri, efectivamente es necesario tener una regulación, pero que sea adecuada a los nuevos negocios que la tecnología está abriendo paso y no una que sea restrictiva.
Pese a ello, la plataforma se ha convertido en una solución alterna que les permite a los dueños de propiedades generar ingresos y a los viajeros tener experiencias más locales y con menores precios, más aun cuando se trata de grupos grandes y por períodos de tiempo más prolongados.
Según un estudio de la consultora de turismo My Revenue, solo en Lima las propiedades de Airbnb aumentaron de 2.139 a 14.665 entre abril del 2015 a setiembre del 2018, período en el que habrían generado en promedio US$55 millones en ingresos.