Miro hacia atrás y no puedo creer que hace diez años decidí empezar una empresa por mi cuenta. Había estado cómodamente sentada en el mundo corporativo, en una famosa empresa global, cuando decidí dejar todo atrás y empezar de nuevo. Hoy, no solamente creo que es la mejor decisión profesional de mi vida, sino también aplaudo la de muchos de mis colegas de mi generación. Veo con gran emoción que son las empresas independientes las que escriben los titulares más importantes, las marcas más notables y los casos más creativos reciben los premios más aclamados de la industria. Bravo. Aplausos de pie.
No es nada fácil hacer empresa en este país, en este mundo. Luchar cada día contra la informalidad, demostrar talento en cada trabajo, superar tus propias expectativas y las del resto en cada proyecto. Somos una generación que vuelve a aprender cada día, que hace estrategias a largo plazo y también sobre la marcha. Somos una generación que aprende de las generaciones pasadas y se deslumbra con las nuevas.
Debemos ser capaces de ser siempre humildes, pero no perder nunca la fe en nosotros mismos. Crecer en un país inestable pero ser habitantes de un mundo sin fronteras. Avanzar anclados con la fe puesta en la humanidad, pero con el acelerador en la tecnología. Nunca, jamás en la historia, hemos vivido nada parecido a lo que enfrentamos hoy desde el lado político, social, cultural, económico, sanitario, empresarial. Y eso es justamente lo mágico del momento.
No poder comparar el presente con nada anterior hace que seamos protagonistas de un momento único en la historia. Celebrando nuestras Fiestas Patrias, celebra a mi querido Perú, formado por sus maravillosas incongruencias, por cada peruano que sueña, que se levanta para empujar con emoción, para construir cada día algo en lo que realmente cree. Este Perú que no sería nada si no existiera toda la gente buena que le hace contrapeso a la corrupción, a la falta de valores y la mala vibra con una simple sonrisa y mucha garra.
Estoy más que convencida de que somos los peruanos con empuje los que sacamos adelante este país. Son las crisis y los momentos difíciles, que hemos tenido de más en la vida, lo que despierta en nosotros la creatividad, la empatía, la solidaridad y el orgullo que se necesita para hacer Patria. ¡Felices y creativas Fiestas Patrias!