Aseguran haber marcado una segunda etapa en el mercado de tiendas de conveniencia con Tambo+, y a dos semanas de cumplir tres años el gerente general de Lindcorp Retail (dueño también de Aruma), Luis Seminario, detalla a Día1 cuál ha sido la evolución de la marca en este tiempo, sus logros y metas en el mediano plazo ante la reconfiguración del sector. Además, revela las intenciones del holding de seguir creciendo con nuevos formatos en los próximos dos años.
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¿Cómo nace la idea de Tambo+ y cómo se dio esta expansión tan acelerada?Surge del deseo de la familia [Lindley Suárez] de diversificarse. Por muchos años esta idea estuvo dando vueltas hasta que decidieron iniciar las investigaciones para darle forma. Si bien, desde un inicio, me pareció interesante, era necesario convencerme y convencerlos de que era un buen negocio. A finales del 2014 le dieron el ‘go’ al proyecto y en marzo del 2015 abrimos la primera tienda.
¿Qué los animó a dar esa luz verde?La oportunidad que vimos de hacer las cosas de una forma distinta. Tomamos parte del formato de tiendas de conveniencia, que llegó en los 90 y que se ha mantenido igual en los últimos 20 años, y tratamos de peruanizarla. El nombre Tambo+ es algo que va en ese sentido y también los productos. Adaptamos nuestro surtido a, por ejemplo, la oferta de desayuno del carretillero o la del carrito sanguchero a un precio competitivo.
¿Al inicio hubo mucha prueba y error?Sí, siempre hay prueba y error, lo importante es que somos una organización bastante ágil y no muy grande, lo que nos permite tomar decisiones rápidas para poder corregir los errores. El que no intenta y no innova, no se equivoca.
Si bien ya se tenía el referente de las tiendas de conveniencia de las estaciones de servicio, ¿qué tuvo que hacer Tambo+ para adaptarse y llegar no solo al cliente de paso?Una de las variables que trabajamos fue tener un precio competitivo, ya que por la cobertura que tienen las bodegas estas son las que marcan el precio. Sabíamos que teníamos que estar lo más cercanos a esa propuesta para que no fuera una barrera de entrada al formato.
Este 2018, Tambo+ cumple su tercer año. ¿Cómo evaluaría el proceso de crecimiento en este tiempo?Hemos ido afinando el surtido y detectando misiones de compra específicas, como la del compartir con los amigos los fines de semana o la de ser una opción para el desayuno, entre otras. La idea es seguir incorporando productos que sorprendan al cliente, que nos hagan diferentes y nos den una identidad. Hace algunas semanas lanzamos la línea de comida lista para servir bajo la marca Tambo+ y vamos a seguir profundizando en esa línea, apoyándonos en sabores peruanos.
¿Desarrollarán más su oferta de marca propia?Ya tenemos pizza, enrollados, el año pasado sacamos el panetón Tambo y, ahora, la comida lista para calentar. Nos gustaría entrar en abarrotes y golosinas; así como trabajar con marcas exclusivas.
¿También tienen misiones de compra más tradicionales?Sí, estamos construyendo la misión de reposición. Por ello, queremos tener un surtido de abarrotes más completo y mejor armado. No obstante, la compra de conveniencia asociada a una necesidad inmediata funciona mejor.
A nivel de negocio, ¿cuál ha sido la evolución de Tambo+?En el 2017 abrimos 100 tiendas y estamos emocionados porque en breve abriremos nuestro local número 200. Este año no vamos a bajar el ritmo e inauguraremos 100 más. El plan de llegar a las 600 tiendas al 2021 se mantiene e, incluso, desde finales del año pasado empezamos a centralizar nuestra logística para poder ir a provincias en el 2019. Hoy, en nuestro centro de distribución en Huachipa se consolida alrededor del 65% del volumen de compra y la idea es crecer.
¿Y las ventas ‘same stores sales’ han aumentado?Las tiendas que abrimos en el 2017 siguen madurando y las del 2015 crecen, pero a tasas menores. Las ventas por m2 también han mejorado y ya estamos por encima del promedio de la industria.
¿Ya llegaron a su punto de equilibrio?En el proyecto total no, pero sí en las tiendas que abrimos en el 2015 y 2016. Como compañía, deberíamos alcanzarlo este año.
¿Cómo manejan el tema de alquileres, que suben constantemente? Cada quince días tenemos comité inmobiliario, donde revisamos entre 30 y 40 opciones de tiendas. También nos ha tocado cerrar locales porque el costo del alquiler estaba por encima de lo que podíamos pagar.
Las bodegas tienen el temor de que las tiendas de conveniencia sean una especie de ‘category killer’.En Lima hay más de 110.000 bodegas, por lo que sería pretencioso pensar que con 600 tiendas les ganemos. Las bodegas siempre estarán ahí, porque cumplen una misión distinta, más orientadas hacia los barrios.
¿Considera que, a raíz de la compra de Quicorp, que opera Mimarket, por parte de InRetail, el mercado de tiendas de conveniencias se reconfigurará? Se vienen años interesantes en los que competirán nuevos jugadores. Esto nos impulsa a ser cada vez mejores. Por ahora, tenemos un poquito más de tiempo para desarrollar todas las propuestas nuevas que queremos, así se la pondremos un poco más difícil al [competidor] que entre después. Vamos a aprovechar esta ventaja de tiempo.
Se dice que quien golpea primero, golpea dos veces.Yo creo que sí. No lo hemos hecho mal pero, quizá, lo podemos hacer mejor y estamos trabajando en eso. Estamos contentos hasta donde hemos llegado. Hay mucho entusiasmo por el lado del consumidor. Tambo+ ha logrado cierta conexión con el público, sobre todo con los más jóvenes, es como si ya la hubieran estado esperando.
¿Les gustaría ser una lovemark?Quién no quiere serlo. La valla es superalta porque la familia Lindley creó Inca Kola. Nosotros somos humildes, pero ojalá en algún momento Tambo+ se vuelva una marca tan icónica como Inca Kola.
Si bien tienen un gran trabajo en el país, ¿es Tambo+ una marca exportable, se lo han planteado?Lo hemos pensado y creemos que sí, lo tenemos muy en borrador aún. Por ahora queremos consolidar los formatos que tenemos [Tambo+ y Aruma] en el país. Aruma solo tiene seis meses y con esta marca el plan es llegar a las 150 tiendas hasta el 2023.
Cómo holding de ‘retail’, ¿cuántos y qué formatos de negocios les interesaría manejar?Nos interesa especializarnos en formatos pequeños, escalables y que generen valor al consumidor emergente. En la medida en que construyamos la fortaleza de operar en espacios pequeños eso será como un trampolín para desarrollar nuevos negocios.
Pasaron dos años para que la familia Lindley diera a luz a su segunda hija (Aruma). ¿En dos años más nacerá su tercer proyecto?Sí, en dos años podría ser. Tenemos varias ideas en la pizarra.
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