El 2018 fue el año de la reactivación de los grandes proyectos mineros, detenidos por la caída de los precios de los metales en años previos.
Prueba de ello: a enero-octubre la inversión en minería registró US$3.697 millones, 26,8% más que en igual período del 2017.
“El balance del 2018 es que hay un punto de inflexión en materia de nuevas inversiones, básicamente, el inicio de construcción de Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho”, apunta Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
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La reactivación de Quellaveco ha sido, a todas luces, la gran noticia del 2018. Y algo similar se puede decir de la compra de Michiquillay por Southern Copper, iniciativa que vuelve a poner en valor los proyectos mineros de Cajamarca, detenidos por el efecto Conga.
También, el 2018 destacó por una menor efervescencia socioambiental, circunstancia que ha permitido relanzar las inversiones antes señaladas.
En contrapartida, la minería se vio impactada este año por la moderación del crecimiento global y la confrontación comercial entre EE.UU. y China, que ha afectado nuestras exportaciones mineras.
Pero eso no ha sido lo más complicado que le ha ocurrido a la minería este año.
EL EIA DE TÍA MARÍA
Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), apunta que la nota negativa del 2018 la dio el diferimiento de los permisos para el inicio de construcción de Tía María.
Lo grave del caso, señala Carlos Gálvez, presidente de Perumin 2019, es que si esta situación persiste en el 2019, el EIA de Tía María vencerá y habría que elaborar uno nuevo.
“Si ello sucede, estaríamos frenados en cuanto a construcción de grandes proyectos, porque el más completo y de más rápida maduración -pues tiene todos sus permisos en orden- es Tía María”, explica.
Eso nos conduce a otro sinsabor del 2018: la caída de la inversión en exploración minera, que conlleva la carencia de nuevos proyectos.
“La inversión en exploración se viene reduciendo. En el 2017 llegó a casi US$500 millones, pero este año no pasará de US$400 millones”, anota Rivera.
Para Gálvez esta no solo es una situación preocupante, sino vergonzosa, habida cuenta del enorme potencial geológico que el Perú tiene.