Su oficina es sencilla. No guarda semejanza con el lujo que ostentan otros ejecutivos de su talla. Nunca viaja en business, y todos los días, cual fiel usuario del Metro de Lima, se despierta presto a verificar la buena marcha de este sistema de transporte, cuyo funcionamiento recae en las manos de la empresa que dirige: Graña y Montero (GyM).Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
-El último trimestre, sus utilidades bajaron, ¿cómo ha sido el 2015 para GyM?
Después de un año difícil, para todas las empresas y para el país en general, tuvimos un tercer trimestre realmente malo y asumimos pérdidas, pero le dimos vuelta y ya estamos en una posición nuevamente cómoda y rentable.
-¿De qué se valieron para “darle vuelta” a ese trimestre malo?De mucho esfuerzo, de un poco más de esfuerzo (risas) y, realmente, de mucha disciplina. Esta pequeña crisis ha sido una oportunidad.
-Pero, en el balance, ¿el 2015 será bueno o no?Si ves todo el 2015, comparado con otros años, no va ser bueno. Ya es muy tarde para que todo el año haya sido bueno.
-¿Qué expectativas para el 2016?Lo tomamos con pinzas, porque la mayoría de nuestro mercado es el Perú y es un año electoral.
-¿Le temen a algún candidato? La preocupación es independiente de quién sea elegido, porque armar los equipos y comenzar a operar, siempre demora. Y somos cautos porque más del 80% de nuestras ventas son privadas.
-Entonces, ¿por qué les preocupa las elecciones?Porque los resultados influyen en la velocidad con la que nuestros clientes toman sus decisiones. Pero, por suerte, tenemos suficiente backlog como para pasar bien el 2016.
- ¿Cómo está su backlog? Solo un 4% son fondos públicos o contratación directa con el Estado. Las concesiones, que son procesos más largos, son 15%. Y, el 81% restante es privado.
-Ustedes habían presentado iniciativas privadas (IP) por cerca de US$4.000 millones, ¿con ello en cuánto podría crecer el backlog público?El backlog [total] que tenemos a setiembre es de US$4.600 mlls. La cifra de IP, presentada a lo largo de la historia, era parecida, pero muchas han sido rechazadas o contratadas.
- ¿Apostarán por más IP?Las autoridades tienen que asumir que, al igual que muchas empresas, hemos gastado mucho dinero en ellas, y si la proporción de IP que se logra es baja relativo a la gastado, lo único que lograrán es desmotivar a todos los inversionistas.
-¿Qué es lo que piden? Tienen que mejorar las reglas de juego, para no invertir innecesariamente en algo que, por razones no conocida, se descarte y la inversión se pierda .
-¿Qué cambios sugieren?El Gobierno ha sacado una nueva ley que está en proceso de reglamentación. Ya enviamos una carta formal con nuestras observaciones y comentarios, porque han desaparecido todo incentivo para desarrollar una IP que es costosa.
-Pese a que no fue un buen año, siguieron de compras en Chile y Colombia, ¿qué es lo que viene ahora?Recién estamos empezando nuestro proceso de internacionalización. Es una carrera de largo plazo y la empresa solo tiene 82 años (risas). El Perú representa el 84% del backlog, pero el año pasado era 78%.
-¿Se vienen más compras? No, lo que no quiere decir que cerramos los ojos, solo que no lo estamos viendo.
-¿Lo de México sigue latente? Por el momento no es nuestra intención. No vamos a desmentirlo pero no lo dijimos así, solo mencionamos que otro país que tiene reglas parecidas al Perú, Chile y Colombia es México. Ahí acabó la conversación.
-¿Qué debería tener esa oportunidad?No solo tiene que haber oportunidades en México sino que tiene que dejarlas de haber en el mercado local. Hoy vemos muchos proyectos en el Perú y, por ende, veo difícil que vayamos a México.
-Si hay muchos proyectos en el Perú, ¿su backlog de 84% en el país seguirá al alza?Todo dependerá de los proyectos que vengan, pero no es una etapa tan sencilla por las elecciones. Fuera del Perú tenemos más del 20% de las ventas.
-¿Se ven en un país nuevo? Sí pero no te lo voy a contar, porque si no me pasa lo de México (risas).
-¿Reafirmarán su apuesta por el sector construcción?Cerca del 50% de nuestras ventas no son relacionadas con el ciclo de la construcción y 28% son internacionales, pero deberíamos aumentarlo poco a poco, porque un eje normal es 40% internacional y 40% o más de no construcción.
-¿Seguirán interesados en proyectos como el del aeropuerto de Barranquilla? Sí, pero con mucha cautela.
-En viviendas, ¿apostarán por los proyectos masivos de Viva GyM o irán al A y B? En viviendas nos está yendo muy bien y seguiremos en los proyectos del segmento A, pero creemos que el volumen está en los segmentos C y D. Y como la velocidad de ventas ha bajado, no creo que compremos más tierras porque tenemos un banco amplio.
-¿Su banco de tierras está centralizado en Lima? Sí, el 70%.
-¿En qué segmentos han sentido con más fuerza la caída de las ventas? En los segmentos medio y bajos. Y, cada vez que dicen “voy a sacar un sistema mejor que el que hay”, como ahora con el leasing inmobiliario o el alquiler/venta, nadie compra nada.
-En el leasing, los bancos están silenciosos, porque no ven por dónde va el negocio, ¿las inmobiliarias como lo ven? Yo no lo veo.
-Entonces, ¿con quién se coordinó ya que los bancos le habrían dicho no al MEF? Bueno, hay que preguntarle al ministro.
-Algunas empresas han apostado por generar sus propios fondos de inversión, ¿Viva GyM lo está pensando? No, nosotros solo nos asociamos con ellos.
-El año pasado decía que no era fácil invertir cuando el barril del petróleo estaba en US$60, hoy que está en poco más de US$40, ¿cuánto ha crecido esa dificultad? Si antes era difícil hacer rentable un proyecto a US$60, hoy lo es mucho más. Pero, sí hay oportunidades, estamos comprando equipos muy modernos, a un precio que antes no hubiera sido rentable. Lo que vayamos a hacer dependerá de lo exitosos que seamos en las campañas de perforación que empezaremos el próximo año.
-¿Cuándo exactamente? En julio.
-¿Cuál es la meta a corto plazo con el Metro de Lima? Duplicar el número de trenes.
-¿Ya tienen fecha? Esperamos que sea pronto.
-Hoy tienen cuatro unidades de negocios, ¿se ven a futuro con una quinta? Si alguna de ellas es lo suficientemente grande, podríamos abrir una unidad adicional.
-¿Ve factible crecer a tasas por encima de 5%? Es un reto difícil, pese a que del 2003 al 2013 crecimos a ritmo de 30% todos los años.