Es la puerta de entrada al complejo arqueológico de Kuélap –una joya que muchos entendidos han comparado con Machu Picchu– pero, durante varios años no ha recibido un solo visitante por vía aérea.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
La paradoja que sufre el aeropuerto de Chachapoyas –sin vuelos comerciales desde el 2012– parece, sin embargo, por fin, superada.
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Las responsables de este cambio son dos aerolíneas peruanas que han decidido apostar por este destino de la región Amazonas durante este 2016, con base en estrategias comerciales que buscan captar a un buen porcentaje de los más de 36 mil turistas que visitan Kuélap cada año.
LAS AEROLÍNEAS
Se trata de las compañías Vive Perú y LC Perú, según han detallado a Día1 sus voceros, los empresarios Carlos Carruitero y Carlos Carmona, respectivamente.En el caso de Vive Perú, su plan consiste en conectar Chachapoyas con Trujillo y Chiclayo, ciudades norteñas con las que establecerán un circuito turístico [que incluye Kuélap] y que debería generar demanda de pasajeros en un promedio de seis meses, de acuerdo a Carruitero.
Para operar la ruta, la aerolínea ha adquirido dos aviones King Air B200, con capacidad para nueve pasajeros cada una, flota en la que la empresa ha invertido US$5 millones.
Esta apuesta forma parte de la segunda fase de crecimiento de Vive Perú en nuestro país. La primera se ha implementado durante el segundo semestre del año pasado, con la ruta entre Cusco y el Manu [en Madre de Dios], y con vuelos corporativos (básicamente, chárteres) a otros destinos del interior.
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Por cierto, la compañía cuenta con un fondo de US$10 millones para ampliar su flota con naves Embraer 120 ER, que cuentan con capacidad para 30 personas cada una.
Respecto de LC Perú, Carlos Carmona, su gerente general, detalla a nuestro suplemento que en 90 días definirán cuál será la ruta con la que volarán a Chachapoyas. El plan inicial es conectar a Lima con el corazón de Amazonas vía Chiclayo, un ‘hub’ (centro de conexiones) desde donde la empresa espera también llegar a Tarapoto e Iquitos, ciudades con un importante movimiento de viajeros de negocios.
Esta aerolínea cuenta con aviones Bombardier Q400 y Q202, que pueden trasladar 76 y 37 pasajeros, respectivamente, y que están en condiciones de operar a este destino sin ningún problema.
UN PAR MÁS
Otras interesadas serían las compañías Star Perú y Móvil Air, la primera propiedad del grupo Kasianov, y la segunda, perteneciente a la familia Matos, que también lidera la firma de transporte terrestre Móvil Tours.
Roman Kasianov, miembro del directorio de Star Perú, ya ha confirmado a Día1 –el año pasado– que están mirando a Chachapoyas. Los Matos, en cambio, aún no se refieren al tema. Por lo pronto, acaban de abrir una ruta aérea entre Pucallpa, Atalaya, Contamana, Sepahua y Breu, justo en la selva norte.
El interés está. Como se ha dicho, hay en juego un mercado de 36 mil viajeros por año que hasta hoy llegan a Kuélap por tierra, ¿cuántos más sumarían de implementarse una ruta aérea?