Han transcurrido doce aos desde que el gas de Camisea arrib a la metrpoli, y cuatro desde que el Gobierno decidi emprender la masificacin de este recurso energtico en las regiones, recurriendo a gasoductos virtuales (camiones cisterna) debido a la ausencia de ductos regionales. En ese lapso, el gas ha beneficiado a ms de la mitad de las industrias y al 100% de las centrales trmicas de Lima, generando para ellas millonarios ahorros que han incrementado su productividad y, por ende, el bienestar general.
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Sin embargo, la poblacin limea percibe que este beneficio no chorrea de igual forma en sus hogares. E igual ocurre con el pblico de provincias (que sigue esperando la primera molcula de gas). Esto nos lleva a preguntar: qu sucede con el proceso de masificacin del gas natural ?
Desde una perspectiva global, el gas est masificado. Todos nos hemos beneficiado con tarifas elctricas ms bajas (producto del uso del gas para generacin elctrica), pero cuando se trata de conexiones domiciliarias, la historia es distinta, apunta Luis Fernndez, socio de la consultora Gas Energy.
En efecto, a doce aos de iniciada la era del gas, solo tres regiones: Lima, Callao e Ica, cuentan con conexiones domiciliarias a gas. Pero en estas jurisdicciones (a excepcin de Ica) la sensacin que se tiene es que el hidrocarburo tarda mucho en llegar. Es cierta dicha apreciacin?
El gas de camisea en lima Las estadsticas de Clidda, encargada de distribuir el gas de Camisea en Lima, son ilustrativas al respecto. En sus primeros aos como distribuidor (2005-2010) la colombiana conect apenas 34.000 hogares, un magro resultado que atribuye a la curva de aprendizaje.
En el siguiente sexenio, sin embargo, Calidda logr conectar 408 mil residencias, haciendo un acumulado de 442.000 a diciembre del 2016.
Ahora estamos creciendo a un ritmo de 100 mil a 120 mil conexiones anuales, lo que significa que superaremos el milln de hogares conectados hacia el 2022. Esto representa de 4 a 5 millones de habitantes, es decir, el 37% de la poblacin [de Lima], anota Jorge Olazbal, gerente general de la colombiana a Da1.
Hoy, Calidda suministra gas para consumo residencial a 19 distritos de la metrpoli y planea llegar con redes de ductos a Caete, desde el 2017, y a Huacho y Huarmey, desde fines de ese mismo ao o inicios del 2018.
Sin embargo, estas dinmicas proyecciones no logran eclipsar la percepcin ciudadana de que el proceso de masificacin avanza con pies de plomo.
Cuando llegu al ministerio, la masificacin del uso del gas natural caminaba lento y haba algunos retrasos, comenta Gonzalo Tamayo, ministro de Energa y Minas en exclusiva para Da1. Es por eso que lanzamos el Bonogas, una herramienta que reduce la barrera de entrada de los usuarios de menos recursos. Esto acelerar la penetracin del uso del gas natural en Lima, remarca el funcionario.
Tamayo asegura que la aplicacin del Bonogas va a mejorar sustancialmente las proyecciones de crecimiento de las conexiones domiciliarias para Lima al 2022. Pero no solo eso, tambin prev que el mecanismo agilizar la dinmica de conexiones fuera de la capital.
An tenemos que ver cmo incluiremos el Bonogas en Ica [donde Contugas ha conectado al 40% de las viviendas] y cmo se manejarn las concesiones de distribucin de gas en las regiones, advierte el funcionario.
En efecto, 2017 debe ser el ao en el que el gas de Camisea arribar, por vez primera, a las regiones del sur y norte donde el ducto no llega. El mecanismo para conseguir esto son los gasoductos virtuales. Cmo avanza este esquema?
Masificacin en el pas La idea de masificar el gas de Camisea fuera de Lima e Ica empleando camiones cisterna, fue lanzada en el 2012. Este esquema prioriz tres proyectos: la masificacin en el sur (a cargo de Fenosa), la masificacin en el norte (bajo responsabilidad de Promigas) y la masificacin en diez ciudades alto-andinas (por parte de Graa y Montero).
Todos estos proyectos debieron iniciar operacin comercial en el 2015, pero dicha previsin nunca se cumpli, debido a que sus operadores se toparon con problemas logsticos y de permisologa, que el nuevo gobierno ha puesto nfasis en resolver.
As ocurri con los proyectos de masificacin en el sur y norte del pas. En este caso la traba fue la demora en la construccin del cargadero de camiones en Pampa Melchorita (propiedad de Per LNG), componente indispensable para proveer de gas natural licuado (GNL) a las flotas de ambos operadores.
Gonzalo Tamayo anota que esta traba fue resuelta gracias a la presin que el MEM ejerci sobre los encargados de construir la infraestructura. Tanto Fenosa como Promigas prevn, ahora, iniciar operacin comercial a partir de abril del 2017.
En cuanto a la concesin en diez ciudades altoandinas, Tamayo refiere que el impasse ha sido convenientemente solucionado para el Estado y GyM, pues ambas partes han concluido de buena forma el arbitraje que mantenan. Eso significa que el proyecto puede ser relanzado con otro operador, remarca.
Todo hace ver que el 2017 podra ser un ao de figuracin para el gas natural. Pero tambin ser un ao de retos, pues tanto el estado como los distribuidores comerciales debern tomar las medidas necesarias para iniciar una verdadera masificacin, que consiga que el gas se haga presente en la mayora de los hogares peruanos.