En medio de la crisis financiera del 2008, Jhon Álvarez, gerente general del Grupo JMA, tuvo que tomar una importante decisión para que su negocio dedicado a la logística no dejara de andar: empezó un proceso de diversificación.
Ello implicó alternar las operaciones que realizaba en el puerto del Callao con otras en sectores como minería y agroindustria.
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“Después de esa experiencia, dijimos: ‘No hay forma de que venga otra crisis y nos vuelva a afectar’”, comenta.
Y en efecto, lo que dejó esta vivencia fue su soporte para enfrentar –de una forma más eficiente– las consecuencias de la pandemia del COVID-19 y continuar con la entrega de productos hasta el consumidor final.
“El haber manejado distintos rubros de negocio ha permitido que la operación no pare”, subraya.
Entre los sectores en los que opera, se encuentra el ‘retail’, en el que la rapidez a la hora de trasladar un producto hasta el usuario final se ha convertido en uno de los principales desafíos.
“Hemos empezado a trabajar proyectos de entrega a noventa minutos”, señala. “Hemos avanzado tres años con esta pandemia”, añade.
Con estas iniciativas en mente, y tras los distintos escenarios que su negocio ha tenido que enfrentar, Álvarez se ha convertido en uno de los Líderes Empresariales del Cambio (LEC) 2021 con Innovación de Tercerización Logística, una de las empresas que integran el Grupo JMA.
“Los sueños se cumplen. Y yo tuve un sueño. Cuando empecé, dije: ‘Voy a hacer algo importante en mi vida’”, refiere.
ASUMIR RIESGOS
La idea de Álvarez de crear su propia empresa se convirtió en realidad en el 2007. Para ello, dejó su trabajo y se guio de su experiencia en el rubro.
“Decidí, contra viento y marea, emprender en el 2007 este proyecto sabiendo el enorme potencial que tenía la logística en el Perú”, cuenta.
Ahora, con 14 años en el mercado, el Grupo JMA emplea a 1.200 trabajadores en el ámbito nacional –Callao, Piura, Trujillo y Arequipa– y trabaja con ‘big data’ para facilitar datos a las empresas contratistas sobre sus usuarios.
Aunque el 2021 es retador para toda la industria, Álvarez observa con optimismo el horizonte y afirma que continuará invirtiendo en tecnología, que se ha vuelto indispensable en su negocio.
“Hoy, yo estoy pensando [entre] una a dos horas en [cómo] innovar en nuevos proyectos, o si no –de los que tengo– cómo adaptarlos”, concluye.
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