El fútbol que vemos en el 2021 no es el mismo que el de hace 20 o 30 años. Lionel Messi no puede ganar un partido solo, poniéndose el equipo al hombro, como lo pudo haber hecho Pelé u otros cracks en otras épocas, cuenta Boris Schwartzman, líder en tres empresas y también creador de la iniciativa ADN Perú.
Con eso, Boris no quiere decir que Messi sea menos talentoso que Pelé, sino que la estrategia del fútbol ha cambiado. “Hoy en día no importa cuán bueno sean los jugadores. Un equipo bueno puede ganarle a un equipo extraordinario lleno de individualidades pero que no trabaja en equipo”, afirma.
Boris tiene estudios en universidades especializadas en negocios y en emprendimientos, como Babson College de Estados Unidos. Pero las lecciones, las estrategias y los ejemplos para aplicarlo en sus negocios prefiere tomarlos del fútbol, que es uno de sus deportes favoritos.
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Para Boris, el trabajo en equipo es fundamental. Por eso, en las empresas que dirige busca incentivar el trabajo conjunto para que se llegue a la excelencia. No quiere al que mejor driblea o patea el balón, él quiere a los que con sus talentos saben jugar con los compañeros para lograr los mejores resultados.
EXCELENCIA
En una conversación de cerca de una hora, Boris, quien ha sido reconocido como Líder Empresarial del Cambio 2021, repitió más de 20 veces la palabra ‘excelencia’. Cuando se le cuestiona por qué tantas veces la emplea, dice que es porque la excelencia es la meta.
Reconoce que es obsesivo con la búsqueda de la excelencia y que eso no siempre es bueno. Admite que ha aprendido a manejar esa condición porque algunas veces cree que pisó los talones de algunas personas al querer que los otros sean como él.
Lo importante para Boris es lograr que él y su equipo sientan amor y pasión por lo que hacen, ya que eso es lo que los lleva a la excelencia.
“Siempre te debes poner la valla tan alta que para alcanzarla tengas que dar más de tu 100%. Eso es algo que lo aprendí a lo largo de mi vida”, indica.
Para entender mejor su filosofía, Boris regresa a Messi. Dice que una vez el jugador del Barcelona de España contó que cuando era pequeño había muchos chicos que eran extraordinarios con el balón, pero que no sentían ese amor que él tenía por el fútbol.
“Esos jugadores no llegaron a jugar en Primera División o en alguna liga importante. Si uno quiere alcanzar algo grande, tiene que lograr la excelencia. No basta con ser muy bueno en lo que haces”, dice Boris.
Pero para ser excelente en algo, hay que trabajar y estudiar. Por eso, en las empresas en las que es uno de los dueños, como Nuevo Mundo, Floridablanca y Barlovento, se apuesta por incentivar los liderazgos y por capacitar a sus colaboradores, así como a toda la cadena del negocio.
En la empresa familiar, la textil Nuevo Mundo, donde trabaja desde hace 30 años y en la cual es vicepresidente del directorio y gerente comercial, realizan capacitaciones que pueden estar relacionadas al negocio como otros, por ejemplo, de finanzas personales. También se les da apoyo económico a quienes necesitan capacitarse en alguna institución porque aspiran a ocupar algún puesto dentro de la empresa.
¿Toda esta apuesta es para que los trabajadores estén satisfechos con la empresa y sean más productivos? Boris dice que eso no es lo primero. Recuerda que esas prácticas vienen desde la gestión de su abuelo, quien decía que los trabajadores eran su familia y deben ser tratados como tales.
La historia de Boris recién empieza. Un nuevo proyecto suyo está en pleno desarrollo. Se llama ADN Perú.
Esta iniciativa nació durante la pandemia, con la intención de apoyar a las empresas que elaboran productos hechos con mano de obra peruana e insumos nacionales en un 80%.
“Mi sueño es que todas las empresas que tengan un producto que en su composición sea 80% peruano puedan ser ADN Perú. Quiero que me recuerden por esta iniciativa más que por lo que hice en mis otras empresas”, subraya Boris.