El Congreso insiste en aprobar la iniciativa que busca fijar topes a las tasas de interés, promovida principalmente por el parlamentario de Podemos José Luna Morales, expresidente de la Comisión de Defensa del Consumidor.
Incluso, el nuevo titular de ese grupo de trabajo, que también pertenece a Podemos, Johan Flores, ha amenazado con censurar a la Mesa Directiva del Congreso si no se coloca en agenda este proyecto. Sin embargo, este no toma en cuenta las distorsiones que genera sobre la economía y la sociedad.
IMPACTOS SOBRE LA AUTORIDAD MONETARIA
Uno de los factores negativos destacados por los expertos es que el proyecto viola la autonomía del Banco Central de Reserva (BCR), al obligarlo, sin un criterio económico, a fijar un límite máximo a las tasas de interés que cobran las entidades del sistema financiero, cada seis meses.
Hoy, la Ley Orgánica del BCR permite que el banco pueda fijar límites a esas tasas de interés, pero solo de manera excepcional para fines regulatorios, asociados con la política monetaria.
Este cambio sería perverso, aseveró César Martinelli, economista peruano y profesor de la Universidad George Mason, en Estados Unidos, ya que distorsionaría los incentivos para la designación de directores de la autoridad monetaria.
Censura a Mesa Directiva del Congreso se evaluará si no se respalda proyecto de topes a tasas de interés
“Esto abre una pendiente resbalosa, porque si se le delega al banco central fijar límites a las tasas de interés se cambia el carácter de la institución. Entonces, los incentivos para designar a los directores del banco y ser director del banco cambian. Ahora, no suena riesgoso, porque tenemos a gente muy buena gestionando la autoridad monetaria, pero si se le da ese poder al banco, vamos a cambiar al banco”, comentó.
De acuerdo con el catedrático, por lo que en ciencias sociales se llaman consecuencias inesperadas, un mandato de este tipo podría incentivar a algunos actores del sistema a buscar controlar a la autoridad monetaria para su beneficio.
Recordó que en la actualidad, en México, el Banco Azteca promueve un proyecto de ley para que el banco central adquiera dólares a ciertos agentes de la economía, que la banca no quiere comprar. Esto, porque la reputación de la entidad le impide tener un corresponsal en EE.UU.
“La gente de izquierda cree que fijando topes a las tasas de interés promueve la distribución del crédito, pero lo que al final promueve es que algún agente financiero importante tenga capacidad para influir en las acciones del Congreso. Esto siempre pasa, es la ley de las consecuencias inesperadas”, mencionó.
Para Martinelli, se requiere pensar en soluciones más estructurales. Afirma que si el problema de fondo es la falta de competitividad que hay en el sistema financiero la solución no es más regulación, sino menos regulación, vale decir, reducir las barreras de entrada a más operadores.
De acuerdo con el economista, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) debe ser más permisiva para que el público pueda firmar contratos de crédito y permitir que otros agentes puedan operar en el mercado. Duda que esta postura la pueda tomar el regulador peruano, debido a que su fijación es más con la estabilidad del sistema financiero.
“Justamente la bancarización del Perú es parecida a la de México. Se tienen pocos bancos, hay experiencias negativas de la historia en las que han habido crisis bancarias, entonces los reguladores son muy duros con las barreras de entrada. Prefieren un oligopolio con escasa provisión de crédito, pero con mucha estabilidad. Los economistas, la prensa, los especialistas deben debatir un poco más sobre lo que hace falta para abrir el mercado de créditos a otros operadores”, manifestó.
IMPACTOS SOBRE LA INCLUSIÓN FINANCIERA
Otro impacto negativo de la propuesta es que excluiría del crédito a los más pobres.
El presidente del BCR, Julio Velarde, ha manifestado que la fijación de topes a las tasas de interés no tiene efectos macroeconómicos, pero el problema es que excluye a un segmento importante de la población como son los pobres.
Martinelli y el profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, Jorge González Izquierdo, aseguraron que el racionamiento del crédito, causado por la fijación de topes, incluso, puede ocasionar discriminación en el público, promover el mercado informal de créditos y hasta colas.
“Cuando hay racionamiento del crédito, elementos no económicos como prejuicios, favoritismos, etc., determinan la asignación del crédito, con lo cual, no solo introduces ineficiencia sino prejuicios”, precisó Martinelli.
Según Martín Naranjo, jefe del gremio bancario, si se impusiera un límite del 50% a los créditos de consumo y mypes, casi 31 entidades no podrían ofrecer préstamos y tres millones de personas se quedarían sin acceso al sistema financiero.
Fernando Ruiz-Caro, presidente de la Caja Cusco, estimó que cerca de seis millones de peruanos se quedarían sin acceso al crédito, debido a que, por los montos que demandan (inferiores a S/5.000), es costoso prestarles.
Para Mariela Zaldívar, Superintendente adjunta de Conducta del Mercado e Inclusión Financiera de la SBS, es difícil cuantificar la totalidad de personas que no van a poder acceder al sistema financiero con la fijación de límites a las tasas de interés de los créditos. Sin embargo, aseguró que, en los quintiles más pobres de la población peruana, hay 150 mil deudores que difícilmente podrían acceder a algún tipo de financiamiento de colocarse topes al costo del crédito.
De acuerdo con Zaldívar, el costo operativo en que incurren las entidades financieras para llegar a las zonas de bajos ingresos es muy alto, sobre todo con los bajos niveles de conectividad que existen.
Así, si la tasa de interés final que determinaría la autoridad monetaria, de aprobarse la regulación, está por debajo del costo promedio que les demanda a las instituciones financieras para llegar a los sectores más necesitados, la oferta de créditos se reduciría.
“Entonces estas 150 mil personas que hoy pueden acceder serían los que ya accedieron y hacia adelante no podríamos seguir profundizando más la inclusión financiera”, sostuvo la funcionaria.
“Nuestra preocupación es que los niveles de inclusión que se venían incrementando y que, hasta hoy, han llegado al 40% de la PEA, se interrumpa. Hasta hace cinco años estábamos en la cola de la región”, mencionó.
TASAS DE INTERÉS ALTAS
Sin embargo, en lo que todos los especialistas consultados están de acuerdo es que las tasas en el sistema financiero local son altas. Esto, debido, según Martinelli y González Izquierdo, a la falta de competencia.
Jorge Mogrovejo, Superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la SBS, advierte que no es cierto que las tasas de interés de los créditos en el Perú sean cuatro veces mayores frente a los países de la región. Si bien tiene razón, igual las tasas de interés de la banca local en el segmento de consumo son mayores que Chile y Colombia y más bajas que México, según información de la tasa efectiva anual publicada por los bancos centrales de cada país.
De acuerdo con la SBS, al cierre del 2019, la tasa de interés promedio para el caso de los créditos de consumo de la banca, en moneda nacional, llegó al 40,85%, para las tarjetas de crédito terminó en 46,81% y de los créditos en cuotas (no revolventes, a más de un año) culminó en 20,20%.
En el 2019, en Chile, según el Banco Central de Chile, la tasa de interés promedio de las tarjetas de crédito de consumo, en moneda nacional, cerró en 19,74%, y de los créditos en cuotas lo hizo en 12,01%. En Colombia, de acuerdo con el Banco de la República, la tasa de interés promedio de los créditos de consumo terminó en 18,57% y para el caso de las tarjetas de crédito en 24,46%.
Por último, según el Banco de México, la tasa de interés promedio de las tarjetas de crédito es superior al 50%. La tasa de interés promedio para los créditos de consumo a un plazo de entre 24 y 30 meses llegó a 52,84% y la tasa de 30 a 36 meses cerró en 38,5%.
Recientemente, el presidente del BCR, Julio Velarde, aseveró que las tasas de interés de las hipotecas, negocio que hoy concentra la banca, no bajan a la misma velocidad que otras tasas de largo plazo, como las de los bonos soberanos.
Velarde indicó que el BCR ha diseñado medidas para reducir en forma “más rápida” las tasas de las hipotecas y del ‘factoring’. Dijo que la única forma de hacer más eficiente el mercado de créditos es fomentando la competencia a través de los mercados de capitales.
El presidente de la Asociación de Bancos, Martín Naranjo, aseguró que la competencia en el sistema financiero demanda de inversiones y estas se facilitan cuando hay estabilidad. Agregó que dichas inversiones no solo son labores de las empresas financieras, sino del gobierno en la creación de la infraestructura física y de protección social necesaria.
“Constantemente se debe buscar el balance más conveniente entre competencia y estabilidad”, indicó Naranjo en un comunicado.
Para el economista Jorge González Izquierdo, la banca debe apostar por su autorregulación y que parte de las ganancias de productividad generadas con su transformación digital se transfiera también a los consumidores.
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