Aunque el COVID-19 y la guerra de precios del petróleo golpearon primero a las economías desarrolladas y a sus mercados, América Latina se perfila como una de las principales víctimas de la aversión al riesgo que reina en el mundo.
La mayoría de economías de la región vio sus monedas devaluarse ante una de las peores sesiones de las plazas bursátiles en las últimas dos décadas, solo comparable con cómo sufrieron las bolsas en la crisis financiera del 2008. Y sin duda, algunas divisas regionales están más expuestas que otras a las tensiones que se presentaron en los mercados.
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¿A qué se debe ello? Los países latinoamericanos son considerados como economías emergentes y por ende de mayor riesgo. En una coyuntura como la actual, los inversionistas necesitan protegerse ante el choque que sufren los mercados por la constante incertidumbre y las pérdidas que se registran. Es por ello que su posición en mercados emergentes no es tan viable y optan por refugiarse en activos como el dólar, el oro y los bonos estadounidenses; entre otros.
“En general todos los mercados están expuestos a esta volatilidad, que ha generado incertidumbre y pánico acelerado a nivel global. Nosotros vemos situaciones como esta a miedo. La guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia generó mayores pánicos (entre los inversionistas) junto al endurecimiento del coronavirus que ya se expandió en el mundo”, precisó a El Comercio Miguel Pancorvo, gerente general de SAB Sura.
De hecho, según el Instituto de Finanzas Internacionales, se calcula una fuga de capitales de los mercados emergentes de aproximadamente US$29.300 millones en el último mes y medio.
Y ante lo ocurrido en el mercado petrolero hay tres economías regionales que son las más expuestas a lo que ocurra con la cotización de este producto, al ser también exportadoras: Brasil, Colombia y México.
LO QUE DEJÓ ESTE LUNES
En Colombia, por ejemplo, el peso registró su mayor caída porcentual frente al dólar: 6,3%. El peso colombiano superó la barrera de 3.800 pesos por dólar y cerró este lunes en 3.812,52 por billete verde.
Este fue el peor desempeño de una divisa en la región, según el seguimiento que efectúa Bloomberg. Cabe precisar, además, que el índice referencial de la bolsa colombiana (COLCAP) se derrumbó 10,53% en la apertura de su mercado y sus operaciones debieron ser suspendidas durante media hora.
El país vecino se vio particularmente expuesto a la caída del precio del petróleo, debido a que es su mayor producto de exportación. Este commodity registró ayer su mayor pérdida de valor (caída en el precio de 25%) desde la Guerra del Golfo en 1991.
De otro lado, las acciones de la petrolera estatal de Colombia Ecopetrol cayeron 18%, su peor caída en un solo día.
En México, otro país exportador de la materia y que además tiene a una gigante petrolera sumida en deudas -Pemex-, el peso se depreció casi un 5%, anotando su peor jornada desde el triunfo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Por otro lado, el índice más importante de su bolsa de valores descendió un 6,42%, su peor sesión desde octubre del 2008 y su nivel más bajo de cierre desde mediados de agosto.
A estos países les siguió Brasil, país en el que el dólar estadounidense se apreció un 2,03 % frente al real. La moneda local cerró la jornada cotizado a 4,728 reales para la venta, impactada también por la situación del crudo a nivel global.
En Chile, el dólar llegó a su máximo histórico frente al peso. La divisa registró una caída de 1,82% y culminó la jornada del lunes en 841,50 pesos por dólar, mientras que el índice IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago terminó con una baja de un 4,58%.
En el Perú el sol, de hecho, fue una de las monedas que menos perdió, aunque registró su pico más alto frente a la divisa estadounidense en los últimos cuatro años. Según el Banco Central de Reserva, la moneda local se depreció un 1,04%, a S/3,5085 por dólar. De otro lado, el índice general de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) cayó en 5,57%.
La cotización de nuestra divisa se vio influenciada por la respuesta del BCR, que colocó swaps cambiarios por S/1.200 millones para que el alza del billete verde no sea tan drástica.
En tanto, el país que registró la menor depreciación de su moneda ante el dólar fue Argentina, donde el peso perdió apenas 0,08% a 62,525 por dólar. La plaza del mercado argentino, cabe precisar, estuvo regulada por la participación de su banco central. De otro lado, según Reuters, el índice Merval de la bolsa del país cayó un 13,75%.
EXPECTATIVAS
Para Pancorvo, lo que está ocurriendo en los mercados en la actualidad es un exceso de miedo y una sobrerreacción que impacta con mayor fuerza a los mercados ilíquidos como el peruano; pero que debería atenuarse con la llegada de buenas noticias en el corto plazo.
“Lo que tiene que pasar es un cúmulo de buenas noticias. En la medida en que esto se dé, habrá un rebote. Hay mucho ruido sobre cómo se han reflejado los casos del coronavirus. (...) El hecho de que el virus se haya expandido a otros países nos va a ayudar a monitorear mejor cómo avanza”, indicó.
El analista destacó que los bancos centrales a nivel internacional están alineados en su respuesta al movimiento en las plazas globales, lo que evita una mayor incidencia del ruido actual.
Con respecto a lo que espera para el sol frente al dólar, remarcó que habría una recuperación gradual. “En un contexto en el que se recupera a confianza y terminan las escenas de pánico, la crisis e incertidumbre generada mayormente por los especuladores (en el mercado) se queda sin piso. (El dólar) no va a regresar de S/3,50 a S/3,35 (de forma inmediata). Irá progresivamente estabilizándose”, añadió.