El Gobierno de Argentina fijó de forma unilateral -sin el acuerdo de los gremios- el nuevo sueldo mínimo vital y móvil en $16.000, un aumento del 35% que se pagará en tres cuotas.
Así se determinó durante el Consejo Nacional del Salario Mínimo que se reunió esta tarde en la sede del ex ministerio de Trabajo, donde convergieron funcionarios, sindicatos y cámaras empresarias.
El Ministerio de Producción y Trabajo resolvió establecer la nueva pauta salarial de un trabajador soltero en $16.875 a través de un laudo, ante el rechazo de las centrales obreras que consideraron a la cifra “no satisfactoria” por el impacto que tendrán la devaluación y la esperada inflación en la canasta básica de alimentos.
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Es el tercer año consecutivo que el Gobierno fija el haber mínimo sin acuerdo de las partes.
“No es aceptable, no es un valor que acompañe la caída de los ingresos”, dijo el secretario General de la CGT, Héctor Daer a la salida del encuentro.
Advirtió que no están previstas medidas de fuerza y remató: “Estamos próximos a una elección y a un cambio de gobierno”.
El salario mínimo estaba en US$12.500 y este viernes 30 el Gobierno fijó un aumento del 13% para agosto, 12% para septiembre y 10% para octubre, no acumulativo.
Cuando Mauricio Macri asumió su gestión, el salario mínimo vital y móvil representaba el 58% de la canasta básica. Antes del aumento que se anunció hoy, era equivalente al 40%.
La CGT y las dos vertientes de la CTA exigían como haber mínimo el valor de la canasta familiar de pobreza del Indec, de $31.148. Es decir, un incremento de casi el 148%.
Así lo manifestó esta tarde Ricardo Peidro, flamante titular de la CTA Autónoma, durante la movilización que protagonizó esta tarde en los alrededores de la cartera laboral junto con sectores más combativos, como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y organizaciones de izquierda como el MST.
La CGT, por su parte, mantendrá su acuerdo subterráneo con el Frente de Todos para no sumar ruido en la calle en las próximas semanas, luego de que la central obrera manifestara abiertamente su apoyo a la candidatura de Alberto Fernández.
Tras el plenario de empresarios y sindicalistas en sede del gobierno, el titular de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, expresó que “los empresarios y microempresarios también estáan con la soga al cuello”.
“Cada sector sabe lo que puede dar, hoy hay que preservar el empleo y buscar las salidas posibles”, agregó.
A la mesa del Consejo del Salario se sumaron, por primera vez, representantes de las organizaciones, que el miércoles encabezó una amplia movilización en la 9 de Julio.
Estuvieron presentes en la mesa Esteban Castro (CTEP) y Omar Giuliani (CTAA). La pauta del salario mínimo impacta directamente en los planes sociales, que son el equivalente a la mitad del monto representa el salario social complementario.
También sobre los salarios mínimos de los docentes (que deben encontrarse un 20% por encima del salario mínimo fijado hoy) y sobre las jubilaciones, dado que la ley marca que los haberes jubilatorios no serán inferiores al 82% del salario mínimo vital y móvil.
Desde el Ministerio de la Producción y el Trabajo, que encabeza Dante Sica, señalaron que “las partes acordaron realizar un seguimiento de la situación en los próximos meses, y volverán a reunirse en caso de considerarlo necesario”.
Sica había manifestado antes de la PASO que el incremento del salario mínimo debía estar en línea con las paritarias de este año y proyectaba un aumento de entre el 28 y el 32%.
Pero debió estirar algo más ese cálculo tras la pronunciada devaluación del peso que se registró tras las elecciones, que tendrá -tal como anticipó el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza- un impacto pronunciado en la inflación que se anunciará en septiembre.