(Bloomberg) -- Un shock petrolero podría estar a la vuelta de la esquina en tanto la caída del precio ha pulverizado las inversiones en el suministro futuro, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los recortes “históricos” de las inversiones que se están efectuando en la actualidad aumentan la posibilidad de sorpresas en el suministro en un futuro “no muy lejano”, dijo Neil Atkinson, director de la División de la Industria y los Mercados del Petróleo de la AIE, el miércoles en Singapur. Se necesitan unos US$300.000 millones para mantener el nivel actual de producción, y países como Estados Unidos, Canadá, Brasil y México se enfrentan a dificultades para mantener el ritmo de las inversiones, dijo.
“Necesitamos mucha inversión para mantenernos en este nivel. Hay peligro ya que estamos llegando a un punto en el que apenas hay inversiones en exploración y producción”, manifestó Atkinson en la inauguración de la SIEW 2016, la Semana Internacional de la Energía en Singapur. “Si no se reanudan las inversiones en 2017 y 2018, veremos una subida acusada de los precios del petróleo ya que no habrá suficiente oferta para cubrir la demanda”.
Empresas como ConocoPhillips, Chevron Corp. y BP Plc han cancelado inversiones por más de US$100.000 millones, recortado miles de empleos, eliminado dividendos y puesto a la venta activos tras el desplome del precio del crudo por debajo de US$30 el barril al nivel más bajo en doce años. Con el repunte del petróleo a casi US$41 desde mediados de febrero, Atkinson dice que puede lo peor ya haya pasado al haber tocado fondo “por el momento”. La Organización de los Países Exportadores de Petróleo y otros productores como Rusia tienen previsto reunirse en Doha el próximo mes para tratar los límites a la producción con el fin de reducir la sobreoferta mundial.
No hay impacto
“La reunión podría celebrarse o no”, dijo Atkinson. Se ve como un gesto para mostrar que hay estabilidad, aunque el impacto que tendrá en la estructura de suministro actual “será nulo”, dijo.
El petróleo West Texas Intermediate para entrega en mayo cayó 58 centavos de dólar a US$40,87 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York y se negociaba a US$41,01 a las 18:36 en Singapur. Puede que los precios, que llevan dos años de caída, hayan tocado fondo ya que la disminución del suministro fuera de la OPEP y los trastornos dentro del grupo están erosionando la sobreoferta mundial, según la AIE en su informe mensual de mercado del 11 de marzo.
Estados Unidos cuenta con unas reservas de crudo de 523,2 millones de barriles, el nivel más alto desde 1930, según datos de la Administración de Información sobre Energía del país. La oferta y la demanda se acercarán más al equilibrio en el segundo semestre del año, según Atkinson.
El mercado entrará en equilibrio en 2017 y las reservas caerán entre 2018 y 2021, puntualizó. La demanda mundial crecerá un 1,2 por ciento anual en un período de cinco años hasta 2021, frente al 1,7 por ciento anual entre 2009 y 2015, dijo Atkinson.