La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunció hoy su decisión de reducir el agresivo programa de compra de bonos, pero buscó calmar los temores de que la medida debilite la economía sugiriendo que la tasa clave de interés se mantendrá baja por más tiempo de lo que había prometido.
En lo que constituye el comienzo del fin de su inédito programa de apoyo a la economía de Estados Unidos, la FED recortó en US$10.000 millones, a US$75.000 millones mensuales, sus adquisiciones de bonos hipotecarios y del Tesoro estadounidense.
La decisión, que fue una sorpresa para algunos inversores, es un reconocimiento de las mejores perspectivas para la economía y el mercado del trabajo, marcando un cambio histórico para el mayor experimento de política monetaria de la historia.
La medida fue aprobada por 9 votos contra 1. El programa de compra de activos es una pieza central de la política de la FED tras la crisis financiera de 2007-2009.
El banco central estadounidense dijo que seguirá reduciendo las compras de activos gradualmente si los datos muestran una continua mejoría en el mercado laboral y que la inflación marche rumbo al objetivo de largo plazo.
La FED mantuvo su tasa de interés clave cerca del cero por ciento y aseguró seguirá en ese nivel siempre que el desempleo sea menor al 6,5% y la inflación proyectada no supere el 2,5%.
Al mismo tiempo, la FED bajó sus expectativas para la inflación y el desempleo para los próximos años, tras un retroceso reciente mayor al esperado de la desocupación a un mínimo de cinco años de un 7%.