Estados Unidos informó hoy de que su tasa de inflación cayó una décima en abril, hasta el 3,4 %, tras dos meses de subidas consecutivas, un dato que da cierto respiro a la Reserva Federal y sus planes de bajar los tipos de interés en algún momento de este año.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) de Estados Unidos informó este miércoles de que los precios de consumo aumentaron tres décimas con respecto a marzo, una décima menos que la subida mensual registrada en marzo con respeto a febrero.
Mientras, la inflación subyacente, dato clave que analiza el regulador estadounidense, bajó interanualmente dos décimas, hasta el 3,6 % y en términos mensuales se alzó tres décimas.
La BLS señaló que el índice de vivienda aumentó en abril (el 0,4 % mensual), al igual que el índice de la gasolina (el 2,8 % mensual), y que combinados contribuyeron con más del setenta por ciento del aumento mensual de los precios de todos los artículos. La vivienda acumula un alza interanual del 5,5 % y la gasolina del 1,2 %.
En su totalidad, el índice energético subió un 1,1 % durante el mes y sube en términos interanuales el 2,6 %.
En cuanto a los alimentos, los precios se mantuvieron sin cambios en abril mientras que acumulan una subida del 2,2 % interanual.
Esta es la primera bajada de los precios en los últimos tres meses, ya que tanto en marzo como en febrero se registraron subidas y la leve bajada de una décima confirma la advertencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que costará bajar la inflación de manera sostenida.
Tras las once subidas realizadas desde marzo de 2022, la Fed mantiene los tipos de interés desde julio del año pasado en una horquilla de entre el 5,25 y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001.
En un acto celebrado ayer en Bruselas, Powell reiteró que es “probable” que la institución mantenga los tipos de interés en su nivel actual en su próxima reunión que se celebrará el 11 y 12 de junio.
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