Las principales bolsas mundiales sufrieron este miércoles un nuevo mazazo cuando el precio del petróleo quedó a menos de US$27 y volvió a estremecer el mercado de valores.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
En Wall Street su principal índice, el Dow Jones, llegó a perder 3,5% pero terminó acotando pérdidas y cerró en baja de 1,56%. El Nasdaq bajó 0,12% y el índice extendido S&P 500 cedió 1,17%.
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“Este puede haber sido el día de la capitulación”, es decir, los agentes no esperarán más y salen a vender por considerar que no es rentable seguir esperando, dijo Peter Cardillo, economista jefe de la firma First Standard Financial.
Sao Paulo bajó 1,08% y Buenos Aires 4,08%. México nadó contra la corriente: subió 0,09%. Londres se desplomó 3,46%, Fráncfort 2,82%, París 3,45%, Milán 4,83% y Madrid 3,20%.
La bolsa de Tokio perdió 3,7% y la de Hong Kong 3,82%, situándose en su nivel más bajo en cuatro años. La bolsas chinas de Shanghái y Shenzhen perdieron cada una 1,03%.
Lo mismo ocurrió con las siete plazas financieras de los países del Golfo --que producen diariamente 18 millones de barriles de crudo-- en la estela de la de Riad (-5%) y Dubai (-4,6%).
“Es un principio de año calamitoso, probablemente jamás se vio algo así desde el mes de enero de 1998”, afirma Xavier de Villepion, vendedor de acciones en HPC.
Todo ello ocurre mientras el barril de petróleo llegó a caer este miércoles a su nivel más bajo en 12 años, por debajo de los 28 dólares el barril.
En Nueva York, el crudo WTI quedó en 26,55 dólares, lo que significó una caída de 6,7% respecto al martes. En Londres, el Brent perdió 88 centavos para quedar en 27,88 dólares.
Este desplome provoca también turbulencias en Rusia, cuyas exportaciones de crudo y de gas representan más de la mitad de los ingresos presupuestarios del país. El miércoles, la divisa rusa se derrumbaba por debajo de los 81 rublos por dólar, un récord histórico.
Parte de culpa de la imparable caída del petróleo la tienen las pesimistas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que advirtió el martes que el mercado se ahogará “en un exceso de oferta” este año.
El retorno de Irán a los mercados petroleros, tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán, contribuirá a ello, lo que provocaría más caídas de los precios del petróleo, explicó la AIE en su informe mensual.
En paralelo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó también el martes su previsiones de crecimiento. El organismo multilateral alertó además del riesgo de un “descarrilamiento de la economía mundial”, y citó la ralentización de la economía china y la situación “peligrosa” de numerosos países emergentes.
Los mercados europeos se habían recuperado el martes tras las cifras sobre el crecimiento del PIB chino en 2015, de +6,9%, el menor en 25 años, pero esta situación da a entender que las autoridades adoptarán medidas de reactivación, según Michael Hewson, analista de CMC Markets.
“Es esta incapacidad para mantener las subidas (bursátiles) lo que mina la moral de los inversores a corto plazo”, asegura el analista.
VUELAN MILES DE MILLONES
Desde principios de año, los parqués financieros se hundieron, volatilizando miles de millones de dólares de capitalización.
“En el origen de la debacle de este principio de año está el desequilibrio entre la oferta de petróleo y la demanda, y mientras los precios no se estabilicen, los mercados bursátiles lo pasarán mal”, opina Chihiro Ohta, analista de SMBC Nikko Securities Inc. en Tokio.
En este contexto, el FMI revisó a la baja en 0,2 puntos su previsión de crecimiento de la economía global para 2016, a 3,4%, con una alerta sobre riesgos “sustanciales” que afectan especialmente a las economías emergentes, amenazadas de “desaceleración generalizada”.
En efecto, la ralentización china hace caer las cotizaciones de las materias primas y priva a los países que las exportan --muchos de ellos emergentes-- de cruciales recursos.
Además, la subida del dólar, divisa utilizada para fijar precios del petroleo y las materias primas, penaliza así sus cotizaciones, lo que termina de complicar la situación.