El presidente y fundador del grupo Eulen, David Álvarez Díez, falleció el jueves en Madrid a los 88 años de edad, tras haber formalizado en España servicios de limpieza, seguridad y otros externos, y de haber diversificado su experiencia por todo el mundo, inlcuyendo el Perú.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Una nota del diario El País indica que los que conocían a David Álvarez le definían como un empresario incansable, que estuvo al pie del cañón hasta los últimos días. De fuerte carácter, este hombre nacido en Crémenes (León) fundó en Bilbao, donde se trasladó de niño, el germen de lo que sería su imperio familiar, Eulen. Puso en marcha una academia de preparación para escuelas técnicas. Poco después, en 1962, creó la empresa Central de Limpiezas El Sol.
“Su éxito consistió en profesionalizar un sector que tradicionalmente campaba en la economía sumergida. Y convenció a las empresas de que era mejor dejar en manos de compañías especializadas como la suya los servicios complementarios para el funcionamiento del día a día”, se indica en el diario español. La limpieza fue su rubro de ingreso.
Empezó con la limpieza, pero pronto creó negocios para hacerse cargo del mantenimiento, la seguridad, el trabajo temporal, el medio ambiente y sanidad, entre otros. Ahora ese gigante cuenta con 84.000 empleados en España, Portugal, EE UU, Colombia, Costa Rica, Chile, Jamaica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Libia, Omán y Qatar.
En el Perú, el grupo Eulen cuenta con 5.139 empleados que brindan servicios de mantenimiento de edificios, limpieza, seguridad, reclutamiento y selección de personal, entre otros.
Problemas familiaresPadre de siete hijos, sus vástagos han ocupado distintos cargos en las empresas que fundó. Durante décadas, todo funcionó bien y toda la familia estaba relativamente al margen de los focos. En 2009, Álvarez, dos veces viudo, se casó a los 82 años con su tercera esposa. En aquel momento, el empresario empezó a dejar las riendas del negocio en manos de sus hijos. Sin embargo, los cambios que comenzaron a aplicar no gustaron a Álvarez, que retomó el control de Eulen y apartó a cinco de sus siete hijos de su empresa.
Estos cinco hijos emprendieron, a su vez, una batalla por el control de la otra firma familiar, El Enebro. El embrollo acabó en los tribunales y marcó los últimos seis años de vida del leonés. El entierro de David Álvarez tendrá lugar en la más estricta intimidad, según indicó Eulen.