Cuando era pequeña observaba cómo Raúl, su padre, se desvelaba por los negocios que conformaba. “Nunca fue fácil”, confiesa Silvia Medina, quien vio una y otra vez cómo los negocios surgían en un contexto en que mantenerlos era casi imposible. Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Él ha tenido muchos negocios pero con la crisis también tuvo sus caídas. En los 80 creó su negocio de snacks fritos, papas y chifles, luego en 1991 conformó una fabrica de chupetes, ya en el 93 vende cereales”, expresa.
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Con el pasar de los años la fascinación de Silvia por el emprendimiento creció. La relación con el negocio familiar se fortaleció y con apenas 18 años asumió el rol de encargada de ventas de la empresa de cereales que sostenían sus padres.
“Yo llevaba mis estudios superiores y trabajaba en la parte de ventas, de cobranzas, en la medida que estaba estudiando vi la posibilidad de formalizar la empresa”, comenta. Esa idea se concretó en el año 2000 con el nacimiento de la empresa Rasil.
SU PRINCIPAL MOTIVACIÓNCuando Silvia piensa en Rasil piensa en su familia. En su pequeño Raúl y su hija Isabell, en su hermana Carmen, que se dedica enteramente a la producción de la empresa, en su esposo Cristian, quien es su respaldo en el área comercial, y en sus padres, quienes durante muchos años impulsaron el negocio para sacar adelante a su familia.
“Yo me divido como madre, como hija, como esposa, como empresaria para darme un tiempo para todos ellos. Sola no lo lograría. Somos un equipo fuerte, nos sentimos fuerte, llevamos la pasión por dentro porque nos gusta lo que hacemos”, manifiesta emocionada.
Agrega que desde que es madre muchas cosas cambiaron. Ahora sus hijos son su principal motivo. “Son mi razón para seguir adelante, para mejorar día a día. Cuando uno llega a ser mamá todo cambia, como que te impulsa a hacer cosas diferentes. Cuando uno está soltera, piensa en uno mismo, cuando eres madre, piensas en dar lo mejor”, dice.
En ese momento recuerda cómo vivió su etapa de embarazo. “Fue algo muy loco”, comenta, tras añadir que durante ese tiempo se encontraban buscando nuevos clientes. “Íbamos tocando las puertas a supermercados, hoteles, casinos. Mi primer embarazo fue bien agitado. No descansé. Con mi esposo hacíamos los repartos porque teníamos que sacar adelante el negocio”, expresa.
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Durante ese año lograron cerrar sus primeros acuerdos con supermercados Macro y el hotel Thunderbird. Ahora trabajan con cerca de 40 clientes, entre los que se encuentran Plaza Vea, Tottus, Mayorsa. Además prevén exportar este año a Chile.
Para Silvia es muy importante la relación que mantiene con sus hijos, y que aprendan a valorar las cosas que tienen. Por eso cada semana va con su hija a la fabrica para que observe cómo es el proceso de producción. “Si no la hago participe no va a valorar más adelante el sacrificio que hemos hecho”
“Nosotras las mujeres somos muy guerreras y podemos sacar adelante a nuestras familias, nuestros negocios. No nos dejamos caer por el primer obstáculo porque somos muy luchadoras”, finaliza.
EL DATODesde su conformación Rasil ha crecido a dos dígitos. El año 2016 crecieron un 45% en comparación al año anterior. Recientemente fueron convocados para participar de la feria PromoMype que organiza el Produce.