El fideicomiso es el primer mecanismo que está utilizando la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) para regular a las fintech que se dedican a canalizar dinero del público, mientras que se sigue analizando la elaboración de una ley especial para este creciente sector empresarial nacido de la aplicación de la tecnología digital en el sector financiero.
-
Afluenta ha sido la primera fintech en crear un fideicomiso para hacer más transparentes sus operaciones, confirmó Alejandro Cosentino, fundador de esa empresa. Afluenta administra una plataforma que permite a cualquier persona prestar dinero a otra de acuerdo a la tasa de interés que acuerden.Una duda que existía sobre el funcionamiento de esta fintech es si podía considerarse que Afluenta recibía dinero del público, algo que está permitido solo a instituciones reguladas por la SBS. Como solución, la SBS dijo a El Comercio, que recomendaron el uso de un fideicomiso.“La creación del fideicomiso por parte de Afluenta sí responde a un pedido de la SBS, dado que es un mecanismo que otorgará mayor transparencia y asegura el cumplimiento de las instrucciones de sus clientes sobre el manejo de los recursos que administran”, respondió la SBS a una consulta de este Diario. En Afluenta estuvieron de acuerdo y crearon el fideicomiso.
“Nuestro negocio no está regulado en el Perú. La autoridad presentó algunas observaciones sobre nuestras operaciones, pues, se entendía que había indicio de captación de recursos del público. No era el caso, pero para ellos existía el riesgo. El fideicomiso ha ayudado a despejar dudas. Es un mecanismo que también se utiliza en Argentina”, señaló Alejandro Cosentino, fundador de Afluenta.“Esta propuesta ayuda al sistema. Al inversionista le da seguridad y transparencia, él puede ver que efectivamente su dinero se está prestando a la persona que él designó”, detalló Cosentino.El fideicomiso es uno del tipo abierto, lo que significa que va creciendo conforme las operaciones aumentan. El costo de esta herramienta es asumido por Afluenta como parte de los servicios que brinda. En este caso, el fideicomiso se adquirió al Banco de Crédito BCP.En Argentina, donde se fundó la fintech, el fideicomiso ya administra US$22 millones, de 8.500 clientes. En el Perú, Afluenta tiene unos 300 clientes tras casi un año de operaciones, precisó Cosentino.
En el Perú otras fintech prestan dinero con fondos propios, otras subastan dinero del público para depositarlos en entidades financieras tradicionales, y otras inducen a invertir en sus plataformas del exterior capacitando sobre cómo hacerlo.REGULACIÓNFuncionarios de la SBS indicaron a El Comercio que por el momento, en tanto una empresa realice operaciones según las indicaciones de los inversionistas y se asegure el cumplimiento de ellas, el sistema del fideicomiso podrá ser replicado en otras fintech.La SBS no descarta que se elaboren normas específicas para las fintech como se ha hecho en México. “Se está analizando la elaboración de una ley sobre las fintech, pero que deberá discutirse en una mesa de trabajo en donde se puedan recibir las opiniones de todos los interesados”, indicaron.