(Por: Diego Marrero, gerente de Inversiones de Habitat)
La principal importancia del dólar radica en su uso como una moneda global y, en consecuencia, por sus implicancias en todos los mercados financieros del mundo.
El 61% de las reservas de los bancos centrales se encuentra en dólares y se utiliza para el 60% del comercio mundial. En el Perú, el 27% de los créditos y el 37% de depósitos están en dólares.
Por ello, tratar de entender cómo varía su valor resulta de mucha utilidad tanto para los inversionistas globales como para los ciudadanos de a pie que tienen algún crédito o ahorros en dólares.
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El precio del dólar depende tanto de los fundamentos de la economía de EE.UU. como del precio relativo de las otras monedas. Este año, el dólar se ha fortalecido con respecto a casi todas las monedas.
En relación con las economías desarrolladas (Japón y Europa), que han continuado con estímulos monetarios, la reducción en las tasas de interés sigue generando una menor demanda por sus monedas. Por el lado de los países emergentes, la fuga de capitales por los temores de la guerra comercial ha generado una apreciación del dólar con respecto a las divisas de estos países.
Para Latinoamérica, este efecto se ha intensificado gracias a la turbulencia política reciente. El peso chileno, alguna vez considerada una de las monedas más fuertes de la región, se ha depreciado 12% en lo que va el año, aun por detrás de un peso argentino que por sus problemas fiscales está 37% depreciado. El sol peruano es la excepción, pues en lo que va del año casi no ha perdido nada de valor contra el dólar.
Para explicar la tendencia de cualquier moneda es importante entender los factores que determinan su valor. Primero está el diferencial de las tasas de interés. El país con mayor tasa de interés debería tener una moneda más fuerte.
Teniendo en cuenta esto, al esperarse que los bancos centrales globales continúen bajando sus tasas de interés y que EE.UU. haga una pausa en su acción de política monetaria –y con ello logre una estabilidad de su tasa de interés–, se podría esperar que el dólar se beneficie con respecto a muchas otras monedas.
En segundo lugar está el diferencial de crecimiento. Cuando un país se desarrolla económicamente más rápido, su moneda se fortalece.
Esto gracias a un canal de inversión: los inversionistas quieren poner su dinero donde hay crecimiento; y, por otro lado, el banco central tendría incentivos para subir la tasa de interés, fortaleciendo aún más la moneda. EE.UU. continúa creciendo por encima del resto de países desarrollados, lo cual debería beneficiar al dólar.
Tercero, una de las funciones básicas y más importantes del dinero es la reserva de valor: cuanto más estable se mantenga una moneda en el tiempo, más demanda tendrá. Lo opuesto está sucediendo en las monedas latinoamericanas.
La materialización de los riesgos globales también contribuye al fortalecimiento del dólar, pues sigue siendo por excelencia la moneda refugio.