Por: Luciano Stucchi, profesor del Departamento Académico de Ingeniería de la Universidad del Pacífico
Concytec informó esta semana que a partir del 31 de diciembre iba a dejar de ofrecer acceso, desde su biblioteca virtual, a las bases de datos ScienceDirect y Scopus, por falta de financiamiento. Para quienes realizamos investigación científica resulta inaudito un retroceso de este nivel: las bases de datos son la principal fuente de información académica. Desde ellas se accede a las revistas donde se publican los últimos avances científicos, desde todo el mundo y para todo el mundo.Follow @EconomiaECpe
¿Por qué una base de datos es importante? Los investigadores trabajamos bajo el esquema del método científico: observación, formulación de hipótesis y experimentación. En el siglo XXI esa investigación se hace en laboratorios y mediante proyectos interdisciplinarios, donde se conecta información proveniente de todo el mundo. Puede requerir equipos e instrumentación que a veces son muy costosos. Pero sobre todo, requiere de capital humano y acceso a información. Actualmente no hay investigación que se haga sin que sus científicos realicen una extensa revisión bibliográfica. Es ahí donde se hace mucha de la observación: en los resultados que los demás investigadores publican. Ahí se contrastan las hipótesis, se buscan datos y se somete nuestro conocimiento a una constante actualización. La investigación científica vive, como el resto de la sociedad, en un mundo globalizado.
Hasta el 2011, antes de que Concytec recibiera un impulso presupuestal, se reportaba lo siguiente: el Perú se encontraba en el puesto 73 en el mundo y 8 en América Latina en producción académica: 1.116 artículos científicos, frente a los más de 500.000 de Estados Unidos, los 10.352 de Argentina o los 7.117 de Chile. Cuba publicó ese mismo año casi el doble que nosotros: 2.048 artículos. Lo paradójico es que nuestra producción fue de muy buena calidad: el 42,64% de nuestros artículos pertenecía al primer cuartil de los ránkings de revistas académicas. Capital humano tenemos, y muy bueno. El problema es que, por los escasos recursos, no resultamos capaces de producir el mismo volumen que otros países.
Según Concytec, en los tres últimos años se han descargado y leído 3,7 millones de artículos y libros académicos desde sus bases de datos. Una publicación académica puede tener como fuentes no una sino varias decenas de referencias bibliográficas. Estamos hablando de un potencial de crecimiento de varios miles a las cifras presentadas antes. Sería interesante que Concytec difundiera cuánto hemos crecido en publicaciones en el último lustro, así como cuánto ha mejorado la calidad de nuestra producción. Eso daría una visibilidad clara de por qué es importante seguir invirtiendo en investigación científica en nuestro país.
Estamos hablando de 13 millones de soles que se necesitan para seguir impulsando el crecimiento de la investigación científica, en un país donde el Congreso gasta un monto equivalente en turrones, canastas navideñas y cocheras. Da qué pensar.