Los cambios en el mercado laboral que traen las transformaciones tecnológicas nos obligan a analizar la data y reflexionar sobre lo aprendido apoyando en los procesos de recolocación de miles de personas impactadas por esta realidad en el Perú y el mundo. Estas son algunas conclusiones sobre las actitudes y comportamientos de quienes hoy se mantienen relevantes.
1. Comprenden la realidad del mundo del trabajo. Permanecen muy atentos, anticipando los cambios y disrupciones en sus sectores o especialidades. Entienden que todos los trabajos son temporales y están siempre listos para su siguiente encargo o responsabilidad. Tienen un plan B.
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2. Saben lo que quieren y se preparan. Tienen una visión clara de hacia adónde dirigen su vida profesional y, por tanto, asertivamente salen de su zona de confort para ganar nuevas experiencias y darles nuevo valor a sus competencias. Desarrollan habilidades blandas –por ejemplo, creatividad, comunicación, flexibilidad y adaptabilidad– para mantener sus perfiles vigentes.
3. Asertivamente cuidan su marca y su reputación. Saben que el éxito de su carrera y el valor de su marca personal están condicionados a la demanda que tengan sus servicios. Esta demanda deviene directamente de los resultados que generen y de la reputación que mantengan. Actúan con coherencia y consistencia.
4. Generan resultados. Con conciencia plena de su rol como proveedores de servicios, documentan con hechos y data el valor con el que contribuyen a metas y resultados. Registran también las lecciones aprendidas para saber que van en la dirección correcta. Usan su curiosidad para innovar y aportar nuevas ideas y perspectivas.
5. Desarrollan su carisma. Saben que la calidad de las interacciones con los demás depende de la confianza que sean capaces de generar. Y esta se gana actuando con transparencia, autenticidad y calidez. Brindan generosamente reconocimiento, buena energía, entusiasmo e inspiración.
6. Tienen muchas relaciones de confianza genuinas y auténticas –y no solo vía Linkedin, Facebook o WhatsApp– con quienes el aprecio es mutuo y real. Buscan darles valor y contribuciones antes de esperar recibirlos. Esas relaciones aportan a sus vidas diversidad de criterios para ampliar sus paradigmas y modelos mentales.
7. Son muy éticos. Saben que hoy todo queda registrado, nadie es impune y que sin valores no hay reputación ni confianza y, por tanto, no hay futuro laboral.
8. Se hacen cargo, con sana ambición y madurez. Asumen el liderazgo y la responsabilidad del desarrollo de sus perfiles. Internalizan que trabajan para ellos mismos en la venta de servicios profesionales de calidad y son consecuentes con eso.
9. Están en lo digital. Entienden los fundamentos de las nuevas tecnologías y comprenden el léxico básico que les permite interactuar y aportar positivamente frente a los nuevos retos. Saben que todo se puede aprender también online. Nada detiene sus ansias por aprender.