Es una excelente noticia que el nuevo Gabinete sea paritario y tenga personas preparadas para los puestos. No obstante, ahora es momento de mirar lo que se viene para los siguientes años. Este Gabinete tiene el gran reto de empezar reformas que lleven a mejorar la productividad del país.
En ese sentido, es prioritario pensar en algunos temas relacionados al mercado laboral y el capital humano, sobre todo en un contexto en donde la informalidad alcanza al 73% de los peruanos y la productividad de un trabajador que labora en el sector formal es 2,5 veces que la del que trabaja en el sector informal. A continuación, presento algunas de las reformas con las que se puede empezar.
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En el aspecto laboral, es importante no solo prorrogar el régimen laboral agrario, acuícola y forestal, sino también expandirlo a sus cadenas productivas. Asimismo, es necesario cambiar la regla de reposición por una de indemnización, con el objetivo de finalizar relaciones laborales ante despidos injustificados. La idea principal es dar flexibilidad para contratar y despedir, sin desproteger al trabajador.
En el aspecto educativo, puesto que solo el 30% de estudiantes continúa con estudios superiores, es importante impulsar una educación dual y técnica desde los últimos años de secundaria. Para ello, hay que fortalecer los institutos y los centros de educación técnico-productiva (Cetpro) a fin de que ofrezcan cursos vinculados a la demanda sectorial y regional, así como dar espacio en el currículo escolar para estos cursos de capacitación.
El sector privado juega un rol clave ya que puede contribuir a la identificación del tipo de mano de obra que se necesita, así como también trabajar de manera conjunta con las instituciones educativas públicas.
En materia de salud, es urgente bajar los niveles de anemia en niños menores de 3 años. Para ello es necesario el trabajo intersectorial y un agresivo plan de seguimiento, acompañamiento, visitas y educación para las familias con niños con anemia.
Además, es necesario hacer llega de manera oportuna los servicios de salud a los peruanos, fortaleciendo los servicios en el primer nivel de atención, haciendo uso de la tecnología e implementando buenos sistemas de compra y distribución de medicamentos.
Finalmente, se debe aspirar al aseguramiento universal de por lo menos un paquete básico de atenciones con costos que sean transparentes.
Esta lista no pretende ser exhaustiva. Quiero poner énfasis en que se deben emprender las reformas. El nuevo Gabinete llega en un momento en donde se tiene suficiente espacio político para empezar a capitalizar las transformaciones que necesita el país. Es importante aprovechar esta oportunidad, y que el Ejecutivo y el Legislativo trabajen de manera conjunta. Las reformas que beneficiarán a los peruanos no pueden esperar.