La banda ancha móvil, el Bluetooth y el GPS han hecho que el ya útil smartphone se convierta ahora en una herramienta poderosa para muchos consumidores antes, durante y después de su compra. El smartphone se ha convertido en el compañero constante principalmente del comprador digital, convirtiéndolo así en un smartshopper. A este consumidor se le conoce como ‘millennial’, o generación Y. Es principalmente móvil y el smartphone es su aliado.
El desafío del márketing para con este consumidor es ahora fusionar esfuerzos digitales a través del móvil con los esfuerzos dentro de la tienda, para convertir la experiencia de compra en algo integrado que enganche al consumidor en su casa, fuera de ella y dentro de la tienda
En una era donde existe una marcada tendencia hacia lo smart (TV, reloj, auto, prendas de vestir, pinturas, etc.), muchas empresas aún no practican lo que llamaré el ‘smartmarketing’, carecen de algo tan básico como lo es una página web que se pueda abrir desde cualquier tipo de smartphone. Tienen mucho interés en Facebook y Twitter, pero han descuidado las páginas webs de sus empresas. Por otro lado, su inversión publicitaria en smartphones es una de las más bajas, a pesar de que es en ese medio donde el consumidor digital pasa gran parte de su tiempo, bajando aplicaciones y accediendo a información, satisfaciendo así la necesidad imperiosa de estar siempre conectado.
Las gerencias senior de las empresas (que no son nativos digitales) deben aceptar que el márketing ya es móvil, y deben aprender a responder a las necesidades del consumidor desde un lugar tan íntimo como el bolsillo, la cartera o un smartwatch.
Actualmente la tecnología 4G permite conexiones móviles más rápidas. Por ello, las oportunidades para el márketing móvil, y por ende el smartmarketing, se pondrán más interesantes que nunca. En el Perú, según Osiptel, al cierre del 2014 ya existía un 30,9% de tenencia de smartphones entre las personas que tienen celular. Considerando el dinámico ritmo de penetración observado este año, estimo que dicha cifra probablemente llegue al 50% a fines del 2015. Por otro lado, la presencia del big data, que vienen a ser todos los datos que vamos dejando cuando navegamos, cuando usamos el GPS del celular, cuando compramos en lí- nea y cuando escribimos en las redes sociales y buscadores, sumado a la proliferación de smartphones y la aparición de los medios sociales, están transformando la profesión del márketing y, por ende, necesitamos pensar en aplicar un smartmarketing.
Debemos tener presente que el smartshopper usa un smartphone. Si queremos llegar a él o ella antes que el resto, debemos empezar ya a practicar el smartmarketing. Muchas empresas aún no han descubierto que, gracias a la tecnología, hoy se puede lograr una segmentación más precisa y avanzada.
Opino que muchos usuarios de smartphones tal vez no tendrían problema de que su información de compra sea constantemente seguida, siempre y cuando ellos obtengan algo a cambio por parte de los anunciantes. Por ejemplo, que se les pague un porcentaje de su plan del celular por acceder a que se les envíe ciertos tipos de anuncios (avisos de márketing con su permiso). Después de todo... ¡con la plata baila el mono!