Bloomberg .– Algunos ejecutivos dicen que van a renunciar para pasar más tiempo con su familia. Otros aducen razones personales. No es el caso de Ed Leasure, presidente de Billabong International Ltd. para América.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El empresario de 59 años les comunicó a los accionistas que se irá a la playa. Dejará su cargo a fin de este mes para “surfear más”, de acuerdo con una declaración presentada ante la bolsa de valores el jueves por el fabricante de ropa para surf de Gold Coast, Australia.
“Después de entrar en el negocio para surfear más, ahora estoy dando un paso atrás en el negocio para 'surfear más'”, señaló.
Leasure, que ha surfeado toda su vida, comenzó fabricando tablas en su garaje de Florida en 1972 antes de fundar la cadena de tiendas Quiet Flight en los Estados Unidos. Su retiro después de una carrera de cuarenta años en los deportes de acción se produce en momentos en que el máximo responsable ejecutivo de Billabong Neil Fiske busca dar nueva vida a una marca que fue tachada de carente de valor hace menos de tres años.
Shannan North, presidente de la marca Billabong, ahora dirige las operaciones minoristas de la empresa en América, de acuerdo con la declaración. Bajo la gestión de Fiske, que asumió en septiembre de 2013, Billabong informó sus primeras ganancias anuales desde 2011 en los doce meses que terminaron en junio de 2015.
Las acciones de Billabong, que aceptó un plan de refinanciación de fondos de capital riesgo de los EE.UU. en 2013, cayeron 4,5% a 2,11 dólares australianos a las 12:33 en Sydney. Eso valúa la compañía en sólo 418 millones de dólares australianos (US$294 millones).
El valor de mercado de la empresa llegó a 3.840 millones de dólares australianos en mayo de 2007 antes que grandes cadenas de tiendas de indumentaria lanzaran sus propias marcas de ropa para surf y el gasto de los consumidores cayera por la crisis de deuda mundial.