Tener a la mano una tarjeta de crédito facilita y aligera la carga de compras especiales, sobre todo en una temporada de gastos por Navidad. Si bien es cierto, este medio de pago ayuda a afrontar emergencias o gastos no previstos, también puede significar más que un dolor de cabeza para aquellos que se retrasan en los pagos. Por eso, es de vital importancia cumplir con estos a tiempo para mantener un historial crediticio limpio.
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Para evitar endeudamientos, el estado de cuenta ofrece dos alternativas: el ‘pago del mes’ y el ‘pago mínimo’. Pese a que pagar lo menos posible para ahorrar, o destinar esa diferencia a otros gastos, puede ser tentador, ¿es realmente conveniente abonar el mínimo a la tarjeta de crédito?
El pago mínimo se refiere a la menor cantidad que puede ser cancelada a quien brindó el crédito para no ser declarado como moroso. Sin embargo, esta atractiva opción puede ser riesgosa, puesto que al entregar una cantidad pequeña de toda la deuda, se extenderá más el tiempo para cancelarla en su totalidad. Esto quiere decir que se cargarán más intereses.
Al respecto, BBVA recomienda una alternativa más conveniente: hacer las compras con cuotas. Así, según la capacidad de pago, se puede calcular con exactitud cuánto será el monto mensual correspondiente y el tiempo que tomará pagar toda tu deuda. Cabe resaltar que frente a un saldo en revolvente, la entidad bancaria puede convertirlo en cuotas, de ser solicitado.
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