Durante el 2019, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) –bajo la presidencia de Daniel Schmerler– registró los peores niveles de ejecución de presupuestos en la supervisión y fiscalización de los subsectores electricidad, gas natural e hidrocarburos líquidos de los últimos diez años.
Este último rubro incluye el gas licuado de petróleo (GLP), que era transportado en un camión-cisterna el pasado 23 de enero y que, producto de una negligencia compartida, provocó una deflagración en Villa El Salvador. Al cierre de esta nota, eran 26 los fallecidos.
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EL PEOR NIVEL DE LA DÉCADA
Según el portal de transparencia del seguimiento del gasto del Ministerio de Economía y Finanzas, entre el 2010 y 2018, el promedio del nivel de ejecución del presupuesto fue 91,1% en el subsector electricidad, 88,6% en gas natural y 91,7% en hidrocarburos líquidos.
Sin embargo, en el 2019, el registro bajó a 58,9%, 71,6% y 80,4%, respectivamente.
En respuesta a El Comercio, Osinergmin explicó que este bajo nivel de gasto respondió a que “algunos procesos de contratación de empresas supervisoras no pudieron concretarse de acuerdo a lo programado, toda vez que se presentaron dificultades en el proceso de contratación”.
Algunas de las barreras que impidieron elevar el nivel de gasto durante el 2019, detalló el organismo, fueron la existencia de “procesos declarados desiertos, impugnaciones, e incumplimiento de requisitos técnicos de parte de las empresas supervisoras”.
Pese a este escenario, el Osinergmin precisó que en el sector hidrocarburos, por ejemplo, las supervisiones realizadas en el 2019 ascendieron a 67.991, un número mayor a las concretadas en el 2018 (56.555) y 2017 (45.107).
Sin embargo, para Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), resulta injustificable que Osinergmin tenga un desempeño “deficitario”.
Esto, porque aún habiendo percibido más de S/670 millones de los operadores de la industria hidrocarburífera en los últimos cinco años, no se ponen en marcha efectivamente los procesos de supervisión y fiscalización en un mercado principalmente informal.
“Los montos que se aportan por regulación en el sector son significativos y, con ello, es injustificable que una entidad que recauda los montos que tiene Osinergmin tenga un desempeño tan deficitario”, refirió el ejecutivo.
IMPORTANTE PRESUPUESTO
Los recursos para la supervisión en los subsectores de electricidad, gas natural e hidrocarburos líquidos se redujeron respecto al año pasado. El Osinergmin explicó que esto va en línea con la reducción del presupuesto general del organismo, que pasó de S/568 millones en el 2019 a S/523 millones este año.
Aun así, este monto es mayor del que disponen regiones como Moquegua, Tumbes y Madre de Dios, y similar al de ministerios como el de Comercio Exterior y Turismo.
Para Anthony Laub, especialista energético y socio principal de Laub & Quijandría, una de las comparaciones que sirve para dimensionar la operatividad de Osinergmin apunta a la contratación de consultorías, que desde el 2016 se incrementaron considerablemente.
“Una comparación [para conocer el trabajo de Osinergmin] es: ¿si su función principal es fiscalizar, por qué han gastado varios millones de soles en consultorías?. Eso debería gastarse para supervisar al mercado de hidrocarburos líquidos, donde el 70% es informal”, remarcó.
A esta idea se sumó De la Flor, quién señaló que resulta “sorprendente que no se ejecuten como corresponde las partidas presupuestales”.