Las exportaciones peruanas registrarán una caída de 18% al sumar alrededor de US$ 38,000 millones en el 2020, debido al duro golpe de la pandemia del COVID-19, la paralización de actividades productivas y la crisis político-económica, según proyectó este martes el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores (Adex).
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El director del CIEN-ADEX, Edgar Vásquez, recordó que en los primeros meses del estado de emergencia los envíos nacionales fueron los más afectados en comparación a los de otros países de América Latina, por los menores precios de nuestros commodities y los problemas estructurales de competitividad que generan sobrecostos, los cuales se hicieron más evidentes durante la pandemia.
Añadió que la abrupta caída de la demanda internacional ya venía complicada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Además, dijo que se cerraron actividades económicas y se presentaron problemas logísticos en el mundo.
Proyección para 2021
Respecto al 2021, el director del CIEN-ADEX señaló que el panorama no es muy claro por la inestabilidad social y cambios en la Ley de Promoción Agraria.
El ejecutivo recordó que la agroindustria es el segundo sector más intensivo en mano de obra. Precisó que en el 2019 mantuvo un stock de más de 1.2 millones de empleos entre directos, indirectos e inducidos.
En esa línea, Vásquez proyectó que las exportaciones peruanas crecerían 15% este año por un mejor desempeño de los commodities —principalmente minerales— y de la agroindustria. De esa forma, ascenderían a US$ 44,000 millones, acercándose a los niveles del 2017 (US$ 44,004 millones).
Marco jurídico estable
Vásquez dijo que las empresas agroindustriales y todas en general, esperan un marco jurídico estable en el tiempo que incentive las inversiones a fin de seguir generando puestos de trabajo formales y descentralizados, que contribuyan a la economía de las familias y del país en su conjunto.
Hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el aparato sanitario del país y restablecer el orden social y el buen clima de negocios.
“El Gobierno tiene un rol fundamental en estos objetivos, debe reducir el nivel de conflicto, mantener el consenso, el respeto a las leyes y al principio de autoridad”, dijo.
“La incertidumbre debilita aún más la capacidad productiva del Perú y afecta los flujos de comercio. Si el escenario político es el adecuado y se ofrece un marco promotor, podríamos recuperar los niveles previos a la crisis en el 2022”, concluyó.