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El cine peruano empieza a abrirse paso en la cartelera local. Este año, serán 17 películas peruanas las que se habrán estrenado en el país. Cifra que ha ido en aumento desde hace tres años, cuenta Pierre Vandoorne, director de la Dirección Audiovisual, Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) del Ministerio de Cultura.
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Esto no es gratuito. Hubo películas exitosas a nivel de taquilla, que supieron generar expectativa a través del márketing. Para Fernando Villarán, director de Viejos Amigos, el caso de Asu Mare significó un punto de quiebre al llevar a 3 millones de espectadores, lo que se tradujo en un retorno del público a consumir cine nacional. Luego vendrían las taquilleras A los 40, Secreto Matusita y, precisamente, Viejos Amigos.
La valla de inversiones, en ese sentido,también se ha elevado. Si bien Vandoorne calcula que el promedio de inversión en un largometraje en el Perú es de US$350 mil, las películas Asu Mare, A los 40 y Secreto Matusita fueron productos más ambiciosos, con un costo de entre US$700 mil y US$750 mil.
No obstante, el costo está por debajo del presupuesto que tienen las productoras de Chile o Colombia, cuyo costo promedio oscila entre US$700 mil y US$1 millón, respectivamente.
APUESTA Y RETORNOEn el mundo del cine, la rentabilidad se mide por número de espectadores, anota Miguel Valladares, gerente general de Tondero. Su fórmula ha sido auspiciosa: tener patrocinadores por un paquete que combina películas comerciales con proyectos que puedan ir al frente en festivales internacionales.
Es así que a la par del éxito de A los 40, el filme El elefante desaparecido –que requirió una inversión de US$500 mil–, ha sido nominada al reconocido Premio Goya del 2015 pese a que solo llenó 50 mil butacas en nuestro país.
La productora Señor Z, hacedora de Perro Guardián, apostó por un género diferente a las favoritas comedia y terror. El saldo no fue negativo. Lorena Ugarteche, su productora, cuenta que llegaron a 140 mil espectadores en un género difícil como el suspenso. Además, fue nominada al Festival de Montreal.
Por el lado de Viejos amigos, supuso una inversión de US$270 mil y fue vista por más de 470 mil personas en el cine.
¿CÓMO SE FINANCIAN?Actualmente, la DAFO otorga fondos concursables de S/.550 mil para largometrajes de ficción a nivel nacional. Pero no es suficiente. Los productores requieren recursos adicionales, que se componen de fondos extranjeros y auspicios. Incluso, algunos exploran nuevos modelos de producción.
En el caso de las películas de Tondero, el 70% se cubre con el apoyo de marcas como DirecTV, BBVA, entre otras. Pero cada caso es distinto. Viejos Amigos cubrió el 85% del costo del filme con el premio DAFO. Y Perro Guardián se dividió entre auspicios y ese fondo.
En el tintero ha quedado la nueva ley de Cine, que –entre otras cosas– propone crear un fondo cinematográfico con el 10% del costo de las entradas, que actualmente se dirigen a las municipalidades. Aunque el cine ha vuelto a ser una actividad importante, aun hace falta trecho y producciones para generar una industria. “Lo será cuando podamos vivir del cine y se abran más canales de circulación nacional”, apuntan. Además del apoyo del Estado y de las empresas –que empiezan a notar las ventajas de invertir en el cine– la televisión también se vuelve una vitrina que puede jugar un rol importante en su difusión.