Las empresas refinadoras Petro-Perú y Repsol redujeron ayer los precios de los gasoholes entre S/ 0,19 y S/ 0,39. La reducción puede ser vista como pequeña o como grande de acuerdo al cristal con que se la mire.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Desde el punto de vista del consumidor, la rebaja siempre será mínima, en tanto, que las empresas de la cadena del combsutible siempre dirán que fue la máxima que se pudo hacer. ¿Dirán la verdad las empresas?
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La cadena empieza con las refinerías. Petro-Perú y Repsol importan derivados del petróleo para producir gasohol y diésel. Importan en dólares, por lo que el tipo de cambio resulta una variable a tener en cuenta. Con el dólar al alza (14% en doce meses), las rebajas del precio internacional terminan siendo mitigadas por el alza del dólar.
Además, en Petro-Perú afirman que la evolución del petróleo WTI no es la misma que la evolución de los precios de los derivados que ellos importan. Según Germán Velásquez, presidente de Petro-Perú, el año pasado los productos que importaron solo disminuyeron un 7% en soles, la misma tasa en que bajaron sus productos en el mercado interno.
Sus cifras, sin embargo, han sido cuestionadas por el Banco Central de Reserva y por las estaciones de servicio. El BCR dice que pudieron bajar 19 puntos porcentuales adicionales, en tanto, que las segundas dicen que, en realidad, Petro-Perú incrementó sus precios en un 3%. Mucho depende de la fecha elegida para la comparación.
La necesidad de dinero que tiene Petro-Perú para financiar la modernización de la Refinería de Talara hacen a la entidad doblemente sospechosa. Sin embargo, también hay razones para pensar que sus precios están alrededor de donde deben estar.
El economista Iván Alonso, director de Alonso y Asociados, dice que el precio de las refinerías no tiene que bajar en la misma proporción que el petróleo. “Los combustibles son productos procesados, existe un costo de transformarlo”, advierte. Señala también que si el precio de las refinerías fuera alto, entrarían más importadores independientes, por lo que la refinería tiene incentivos para bajar sus precios.
EL ESTADOUn segundo actor en la cadena es el Estado que cobra un Impuesto Selectivo al Consumo de Combustibles de alrededor de un sol por galón. “Si es una tasa fija, esa es una razón para que el precio al consumidor no baje”, advierte Alonso.Otro costo que es casi fijo es el del transportista.
LOS GRIFOSSegún Petro-Perú, las estaciones de servicio han aumentado sus márgenes de ganancia hasta 24%, lo que es posible por la supuesta concentración de ese segmento del mercado. Rocío Zorrilla, directora de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú descarta que haya concentración cuando la cadena más grande solo tiene el 22% del mercado y compite con otras seis cadenas y decenas de grifos indepedientes.
“Los márgenes promedio de las estaciones de servicio se ha mantenido entre 8% y 10%”, afirma.
Zorrilla sostiene que las cadenas han traslado a los consumidores toda la reducción que han podido, a pesar del aumento de costos al alza como el de la energía y del personal.
CONSUMIDORESAlonso señala que un vendedor siempre estará incentivado a reducir sus precios para así poder vender más y ganar participación de mercado.
Sin embargo, desde la vereda de los consumidores, la desconfianza es permanente. Héctor Plate, presidente de Opecu, sostiene que la vigilancia de los precios debe ser permanente y con apoyo de los propios consumidores.
“Cada vez que se dicta una rebaja, el consumidor debe ver si el grifo de su preferencia también bajó su precio”, añadió. Una herramienta útil es el observatorio Facilito de Osinergmin.