Las ventas de los supermercados registrarían un crecimiento de 13% este año, más del doble del crecimiento promedio de los últimos cinco años, según prevé Scotiabank.
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Este crecimiento sería explicado por la mayor demanda por bienes de primera necesidad registrada en los últimos meses, así como por la postergación del consumo en otros canales de venta retail -que volvieron a operar a mediados de junio-, dado que los supermercados continuaron operando.
Durante los últimos meses, la venta de supermercados no ha dejado de crecer. Si bien, por medidas de prevención se tuvo que suspender la actividad económica desde marzo, este segmento minorista en particular no ha dejado de operar.
A ello se sumó un cambio temporal en los hábitos de consumo de los hogares, tanto por un mayor consumo de bienes de primera necesidad -perecibles, alimentos, productos de limpieza e higiene, entre otros, los cuales son parte esencial de la oferta de supermercados-, como por el ahorro en otras categorías, tomando en cuenta que otros segmentos retail estuvieron cerrados la mayor parte del segundo trimestre del año.
También influyó la colocación de productos mediante anales virtuales, que en sus inicios no tuvo la respuesta logística esperada -demoras en la entrega final de productos debido a restricciones de movilidad de vehículos-, pero que fue mejorando en los últimos meses.
Esto se ve reflejado en una mayor demanda de diversas firmas, incluidas empresas del canal minorista, por vehículos comerciales en los últimos meses -especialmente furgonetas-. Dado lo antes mencionado, la venta de supermercados pasó de crecer 9.4% en el primer trimestre, a cerca de 17% durante el segundo.
Próximo año
Para el 2021, el banco prevé un crecimiento cercano al 7%. Este crecimiento sería impulsado por una sostenida demanda en este canal -en línea con el consumo privado, el cual crecería 5.6%-, y a la entrada en operación de nuevas tiendas, especialmente formatos de menor tamaño -menor inversión respecto a un supermercado tradicional-.
Sin embargo, el crecimiento dependería de la creación de nuevos puestos de trabajo formal, dada la pérdida de empleos durante la pandemia.
A ellos se sumaría un efecto base, dado el alto crecimiento del sector durante el segundo y tercer trimestres de 2020, así como por el desplazamiento del gasto privado hacia otras categorías de consumo, especialmente durante el segundo semestre de 2021, época en la cual debería estar disponible la vacuna contra el COVID-19, situación que permitiría elevar el aforo en locales comerciales.