“Mira, aquí tienes todo el mar, vamos a sacar el agua y en dos años tendrás agua en tu casa”, le dijo el presidente Pedro Pablo Kuczynski a una niña hace unas semanas en el distrito de Chala, Arequipa, luego de que esta le informara que la zona no contaba con servicios de agua potable.
-
La costa peruana concentra más del 60% de la población, pero según la Autoridad Nacional del Agua solo cuenta con el 2,2% del total de agua que se produce en el país. Tomando en cuenta ello, y factores como la vulnerabilidad al cambio climático y la importancia económica de la región, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) ha dado el primer paso para la construcción de un conjunto de plantas desalinizadoras a lo largo de la costa, bajo la modalidad de asociación público-privada (APP) para el 2021. Se espera que el número de estas llegue a 19.
Para ello, el MVCS presentó un proyecto de ley al Congreso con el propósito de obtener la titularidad de la infraestructura, que demandará una inversión de US$1.000 millones. Esa iniciativa tuvo luz verde por la Comisión de Descentralización y Vivienda. Ayer se firmó un convenio entre el ministerio y la Municipalidad Provincial de Ilo, Moquegua, para que se construya la primera planta desalinizadora en esta región, confirmó a El Comercio el viceministro de Construcción y Saneamiento, Fernando Laca.
TOMANDO AGUA DE MARSi bien la propuesta del MVCS podría contribuir a dotar de agua a la costa peruana, la crítica principal a esta son los costos que demanda, lo que la haría inviable, según el ex presidente de Sedapal, Rudecindo Vega.
El único consenso en cuanto a los costos de producción de agua a través de las desalinizadoras es que estos están por encima del promedio del método tradicional.
“Económicamente, no nos es rentable y para la ciudadanía tampoco lo sería”, dijo Vega en agosto último.
Según Sedapal, convertir un metro cúbico de agua dulce superficial en agua potable (unos mil litros) le cuesta S/0,33; el mismo proceso para agua subterránea es de S/0,70; y para agua de mar le generaría un costo de S/1,80, casi seis veces lo que cuesta potabilizar agua dulce y más del doble del precio de potabilizar aguas subterráneas.
“Convertir un metro cúbico de agua de mar en agua dulce –y luego potable– depende de cómo se opere la planta, el diseño y el tamaño de esta”, explicó la supervisora química de Fenix Power, Kelly Mendoza.
Esta empresa cuenta con una planta de desalinización como parte de su central termoeléctrica en Chilca. “Para nosotros, que podemos producir 2.500 m³ al día, el costo por m³ es de aproximadamente US$1”, agregó. Este costo no incluye el servicio de distribución a los hogares”.
De igual manera, según el director de operación y mantenimiento en plantas de desalinización de Acciona Agua, Fernando Cortabitarte, para ellos el costo por m³ de potabilizar agua de mar oscila entre US$0,40 y US$0,60. “La desalinización no es para competir con los métodos tradicionales para captar recursos hídricos, sino para complementarlos”, resaltó.
Surge entonces la interrogante de por qué el Gobierno ha optado por el camino desalinizador, si este es más caro tal como indican los expertos.
UN AHORRO EN PROBLEMASAl respecto, el viceministro Laca explica que la minería, el cambio climático y la agricultura con gran cantidad de abonos con químicos han terminado por contaminar a tal nivel el agua que llegaba a la costa que el tratamiento de esta es cada vez más caro.
A esto se suman los conflictos sociales, políticos, económicos y ambientales que ocasionan los trasvases de agua desde la sierra hacia la costa, para abastecer a regiones como Ica o Lima. “Haciendo sumas y restas, definitivamente prefiero pagar un poco más para las desalinizadoras”, argumenta Laca.
El costo, además, será menor mientras más gente sea la beneficiada. “Es un tema de economía de escala simple”, agrega el viceministro, lo que explicaría la diferencia de costos entre Sedapal y las demás empresas.
CUENTA REGRESIVATeniendo en cuenta que el Perú se encuentra en la lista del World Resources Institute de los países con mayor probabilidad de alta escasez hídrica para el año 2040, la urgencia para contar con fuentes inagotables de agua que pueda ser potabilizada –como el mar– se hace necesaria y evidente.
Sin embargo, la experiencia más reciente en este tipo de proyectos apunta a que al Gobierno le tomaría más de los tres años que le quedan para cumplir su propósito.
En el 2014, se firmó el contrato para la desalinizadora que abastecerá a distritos como Punta Hermosa, San Bartolo y Santa María del Mar, la cual debía entrar en funcionamiento en el 2017. No obstante, será para el verano del 2020 –seis años después de la firma– cuando recién entre en funcionamiento este proyecto, cuyo costo asciende a S/309 millones, según el MVCS.
Con 18 plantas desalinizadoras restantes a la espera de dar al menos el primer paso –la firma del contrato–, el tiempo, así como el agua, se agota.
Lee más noticias de Economía...
-