“Salón de belleza” es quizá el libro más importante de la narrativa de Mario Bellatin. La novela apareció hace algo más de 21 años y capturó la atención de los lectores y la crítica por la extraña forma en la que estaba construida: situada en un lugar y un tiempo indefinido era, sin embargo, una historia que tenía una actualidad espeluznante y nos remitía a dos temas aparentemente antagónicos: la belleza y la muerte.Seguir a @ElDominicalEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Ahora Mario Bellatin vuelve tras los pasos que lo llevaron a escribir “Salón de belleza” y nos cuenta un relato que bien puede estar entre sus mejores ficciones y cuyos personajes centrales son un filósofo travesti, Kawabata, una escritora y unos peces muertos.
Aquí un fragmento:
En ese tiempo, cierta escritora decidió obsequiarme un acuario de medianas proporciones, ya que los peces que su hijo trató de criar habían ido muriendo a pesar de los esfuerzos que se hicieron por impedirlo. Yo nunca antes había experimentado vivir con peceras a mi lado. Por esa razón me pareció interesante indagar las posibilidades narrativas que pudieran derivarse de una observación casera del mundo acuático. Luego de aceptar el ofrecimiento visité un establecimiento especializado, donde después de agobiar al vendedor con una infinidad de preguntas sobre las costumbres de los peces de agua dulce, salí llevando una bolsa de plástico transparente con los ejemplares de más fácil crianza en su interior. Una vez en mi cuarto coloqué el acuario al lado de la máquina de escribir y, en lugar de concentrarme en mi actividad de costumbre me dediqué a mirar lo que ocurría dentro de la pecera. En corto tiempo pude ver cómo comenzaron a desarrollarse unas vidas realmente asombrosas, sobre todo para alguien que nunca antes había tenido contacto alguno con el mundo acuático.
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Mario Bellatin cuenta cómo nació “Salón de Belleza” http://t.co/laRfGaFVEH /vía @ElDominicalEC pic.twitter.com/qxB7sGDUxm— El Comercio (@elcomercio) junio 7, 2015