Suele trazarse una distinción entre lo cómico y el humor. Sin duda, lo cómico suele expresar una visión popular-carnavalesca que tiene al cuerpo y sus necesidades materiales en el centro de la mira; en cambio, la sonrisa universal del humor implica generalización y abstracción, pues se configura como un fenómeno estético asociado a placeres intelectuales.
Por otro lado, tanto lo cómico como el humor generan un estremecimiento y una intelección, una reacción afectiva y cognitiva: una apelación cultural ante la cual no hay inmunidad posible. Ante el miedo, encontramos en las formas cómicas y humorísticas —desde la sonora carcajada hasta la ironía—, un alivio; una distancia ficticia; un refugio fugaz, pero reconfortante.
Reír ante la desventura
En estos tiempos de pandemia, la ciencia médica y la estadística reinan; se ha instaurado un nuevo orden en el que la biopolítica y el estado de excepción emergen en todo su esplendor para administrar la vida, la libertad y el deseo. La imaginación nos permite ver con otros ojos esta experiencia insólita: reír contra la muerte y sonreír ante nuestras desventuras. No es escapismo, sino una legítima respuesta cultural que forja vínculos, religa la humanidad amenazada, reafirma la comunidad en medio de la tormenta.
En la tradición literaria, lo más serio (el amor, el poder y la muerte) ha sido asunto frecuente en las comedias de Aristófanes y Plauto, en las novelas grotescas de Rabelais que celebran el mundo del carnaval, en los relatos eróticos y humorísticos de Boccaccio, en los versos conceptistas de Quevedo, y en la prosa irónica de Cervantes y Swift. No hay asunto humano tan grave ni plaga alguna tan devastadora que no puedan ser representados con una sonrisa, sin mascarilla.
La risa que se funda en la burla del otro, lamentablemente muy frecuente en la sociedad peruana, crea exclusión, degradación y deshumanización. El racismo, la xenofobia, la violencia de género se pueden esconder en una broma, como circulan hoy en numerosos chistes. Algunas imágenes del confinamiento social obligatorio en el Perú poseen elementos cómicos involuntarios: el papel higiénico como refugio ante el apocalipsis; el cuerpo popular transgresor disciplinado con ejercicios físicos impuestos por panzones policías; los comuneros, heraldos de la justicia popular, que buscan el bien común a latigazos.
Panfletos y memes
En el Archivo COVID-19 Perú de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, hay una sección dedicada a recopilar y registrar diversas manifestaciones cómicas y humorísticas que han circulado por las redes sociales en el Perú. En una recopilación de imágenes históricas, se confirma que la risa fue siempre un antídoto contra las epidemias. Algunos dibujos de los caricaturistas Julio Málaga Grenet en Monos y Monadas ( 1906-1907 ), Polar en Fray K. Bezón ( 1907-1910 ), Pedro Challe y Marcos Sarrín en Variedades poseen una impronta común: se burlan de los estragos de la peste bubónica, la viruela y otras epidemias. Además, mediante viñetas humorísticas, socavan el poder, cuestionan la efectividad de las medicinas y las medidas de salubridad e higiene dictadas por los gobernantes de turno.
En la cosmopolita revista Caras y Caretas, abundan los dibujos humorísticos contra la gripe española y la burla por los trastornos que significó esa pandemia de 1918 en la vida nocturna y la sociabilidad de los cafés bonaerenses. Las recetas mágicas (eucalipto, quina y canela fina) y los dispositivos de prevención (mascarillas, ventiladores y fumigación) proliferaban contra ese virus invisible de hace más de 100 años.
La academia tiene fama de seria y sosa, pero es imprescindible reconocer la relevancia de los memes, esas unidades de significación gráfico-verbales. La expansión, replicación y mutación no solo son condiciones para su supervivencia, sino la lógica interna del sistema que nos habita. Un meme con éxito es una visión de mundo, un estruendo de sentido por registrar y archivar. Un académico puede actuar como “cazador de memes” en las selvas del scroll infinito. La carcajada y el humor no van a cambiar el horizonte de miedo e incertidumbre de esta pandemia, pero la risa y la sonrisa crean un frágil reino de resistencia y esperanza.
A inicios del siglo XX, afectaban al país epidemias de peste bubónica, gripe española y viruela. Para observar imágenes del presente y del pasado referidas a las pandemias, puede ingresar al Archivo COVID-19 de la UNMSM en https://sisbib.unmsm.edu.pe/archivocovid19peru/