RAUL MENDOZA CANEPA @rmendozacanepa
César Panduro nos presenta un conjunto de relatos de buena factura, en el que aborda el viaje interior. Su escenario es el paisaje iqueño, donde logra construir miradas particulares que inducen al lector a “sentir” con los personajes. Pero llama la atención de manera especial, la frontalidad de la narración. Las voces son directas y nos transmiten su punto de vista sin sesgos, a veces descarnadamente. Panduro es directo, prescinde habilmente de los ruidos, nunca tensa el lenguaje.
En “El terno del quince” nos dice: “Aprovechando el silencio y la oscuridad que reinaban, me acerqué al nicho, encontré una buena piedra con que derribar la lápida, logré abrirla, y cuando vi el cajón, no tuve miedo, los pernos no estaban en su sitio y la tapa estaba solo sobrepuesta. Jalé el ataúd hasta la mitad del nicho, abracé el cuerpo, lentamente lo llevé al suelo…”.
En “Cristina” nos cuenta la historia de una prostituta joven que ofrece sus servicios en “el peaje”. Las voces, bien trabajadas, nos permiten conocer el origen social de los personajes, pero Cristina es siempre un misterio. El narrador nos cuenta y nos pregunta, nos invita finalmente a pensar. “¿Que cómo se volvió puta? Yo qué sé. Quizás el barrio, la pobreza. Su madre se rompía el lomo lavando ropa de gente de San Isidro y la dejaba solita, no sé, no me preguntes más...”
César Panduro (Ica, 1980) es docente universitario. Ha publicado los libros de poesía “Cuando cae una hoja” (2006), “Memorias de acequia” (2007) y la novela corta “Una rosa junto a mi pie” (2011). En 2007 ganó el Concurso Nacional de cuento Abraham Valdelomar. Actualmente está dedicado a la promoción cultural y dirige la Biblioteca Abraham Valdelomar en Ica, fundada por Alberto Benavides Ganoza