Cada partido es un caso, un problema y una estrategia distinta. El lugar común fue el apuro con el que se tuvo que armar la lista (en algunos casos con padrones cerrados que impedían inscribir militantes, rondas de consultas en lugar de grandes eventos, deserciones y exclusiones que los agarraron por sorpresa) y el debate para dilucidar entre puros militantes y carismáticos invitados. Veamos los casos de las listas con mayor intención de voto según las últimas encuestas.
Acción Popular, una punta un voto
Acción Popular (AP) es la marca de moda, si tal cosa existe en nuestra política partidaria. La lampa de 63 años, tiene más filo y pegada que la casi centenaria estrella aprista. AP no solo es el único partido con 3 gobiernos (los dos de Belaunde y el muy corto de Valentín Paniagua), sino que en las municipales del 2018 ganó la plaza limeña con Jorge Muñoz y -como es usual en estas contiendas- ello tuvo un efecto de arrastre sobre varias plazas distritales.
Con ese score y con esa suerte, sus militantes con apetito de curul (tengan en cuenta, además, que las últimas bancadas acciopopulistas fueron exiguas) tomaron las riendas del partido para imponer la democracia interna plena: un militante un voto y cero invitados. La lista fue el resultado de la votación dentro del universo de la lampa.
Cumplida esa condición, cualquier militante pudo ser elegido. Y así fue que Mónica Saavedra Ocharán, abogada de 49 años, especializada en temas municipales, y cuya último trabajo fue el de gerenta de fiscalización en Jesús María, tuvo la mayor cantidad de votos y por lo tanto, le toco el número 1. Sin fama ni cargos de elección popular previos, ni recorrido dirigencial, ganó el puesto por el que líderes experimentados matan. Y eso que es militante recién inscrita cuando reabrieron el padrón unos meses atrás pues, según ella nos explicó, su familia es acciopopulista y ella tenía militando unos años pero tuvo que esperar a que se reabriera el padrón cerrado desde el 2015.
En partidos desacostumbrados a las primarias internas con votación universal, no todos están preparados para lidiar con la capacidad de movilizar bases que voten por uno. En el caso de Mónica, mucho pesó el respaldo del alcalde de Jesús María, el acciopopulista Jorge Quintana, y las movilizables bases de ese distrito. Y, por esas razones de azar y democracia portátil, una candidata casi desconocida empuña el logo más conocido en la campaña limeña.
Fuerza Popular, Keiko en ‘pause’
Definitivamente, ha sido un año crispado y contradictorio para FP, tanto, que la actual número 1 de su lista por Lima, fue el primer nombre que Keiko Fujimori mencionó en el 2015 cuando decidió descartar a las figuras albertistas. Le recordamos ello a Martha Chávez y nos dice que discrepó, pero lo tomó, “con toda paz”. Y aceptó ser enrolada como asesora de la primera vicepresidencia del Congreso, función que desempeñaba hasta hace muy poco, cuando pidió licencia para dedicarse a su campaña.
La divergencia electoral entre Martha y Keiko tenía larga data y se había expresado en una figura invertida a la de hoy: en el 2006, Martha fue la candidata fujimorista a la presidencia por Alianza Por el Futuro y Keiko la número 1 por Lima. No fue algo planificado, pues, en realidad, buscaban inscribir a Alberto Fujimori y, ante la negativa del JNE, Martha asumió la candidatura de emergencia. Keiko resultó la congresista más votada a nivel nacional, mientras Martha solo obtuvo el 7.43% de la votación nacional. En más de una entrevista, Chávez reveló que se había sentido dejada de lado por una campaña que se concentró en promover la lista con Keiko a la cabeza. Hoy, recuerda el episodio en tono conciliador y nos cuenta que ha hablado de su número 1 con Keiko. Y, aunque está en lo que ha llamado “una pausa en mis actividades políticas” y no decide, tiene su aquiescencia.
¿De dónde salió la idea de la número 1? Martha cuenta que ya tuiteros anónimos lo decían antes de que varios de los congresistas disueltos se lo plantearan. El estatuto de FP es tan flexible en materia electoral que los no militantes o no afiliados igual pueden ser postulados (Chávez dice que quiere afiliarse, pero la complicada situación del partido tras la carcelería de Keiko y otros dirigentes, ha hecho que el padrón permanezca cerrado). La lista con Martha a la cabeza se planteó en una reunión con delegados del partido y fue aprobada.
Muy probablemente, quienes la votaron, ven en Martha Chávez una emblemática y diestra encarnación del llamado núcleo duro y conservador, que, en su caso, no carga con el desgaste de los congresistas disueltos. Luis Galarreta, el actual secretario general de FP defiende firmemente su postulación y podemos apostar que a Alberto Fujimori le place el destaque.
Partido Morado, van con todo
Los morados van con todo. Pareciera que el cálculo de quién se guarda para el 2021, no es para ellos. Van el secretario general (Rodolfo Pérez, #4 por Lima), va la ex candidata a la 2da vicepresidencia Carolina Lizárraga (#2), Daniel Mora, Zenaida Solís, invitados del Congreso disuelto como Alberto de Belaunde y Gino Costa y va, en el número 1, Francisco Sagasti Hochhausler, lo más cercano a la figura del ‘ideólogo’ del Partido Morado pues es el secretario nacional de Estrategia Programática.
Desde que Julio Guzmán fue excluido en la primera vuelta del 2016 por problemas de tramitología originados en su trato con el partido Todos Por el Perú con el que se asoció para postular; su equipo se propuso fundar su propia organización y empezó a recolectar firmas. Fue un arduo proceso que tuvo un hito en su inscripción formal en marzo del 2019 y debía tener otro hito en una ‘cumbre morada’ donde se relanzara la postulación de Guzmán y se decidieran las listas al 2021.
Como les pasó a todos los partidos, la sorpresa de las elecciones complementarias, dejó a los morados poco tiempo para armar su plana de candidatos. En lugar de cumbre, una ronda de consultas a las bases, con la limitación, para ellos, de que por estar recién inscritos, no podían reabrir el padrón para inscribir nuevos militantes. Algunos que lo son, han tenido que ser designados como invitados.
¿Porqué Sagasti al #1?. Le preguntamos y responde, riendo, “porqué soy el más viejo”. De hecho, a sus 75, es el más veterano del lote dirigencial morado; pero este es su debut como candidato. Su relación con la política ha sido de técnico e investigador, en entidades como el Banco Mundial o en su propia asociación, Agenda Perú. Lo más probable es que el entorno de Guzmán, tenga el mismo respeto que su líder tiene por las canas y el predicamento. Y, claro, por la militancia de origen. Los invitados, como Alberto de Belaunde y Gino Costa, van a partir del sexto puesto.
APP, a ver los números
César Acuña se toma en serio estas elecciones porque sigue tomando en serio sus posibilidades para el 2021. La bancada apepista estuvo, en el tramo final del congreso disuelto, muy asociada al fiasco parlamentario; y ello motivó que se licenciara a los congresistas militantes y el fundador reaparezca visiblemente tomando las riendas del partido.
Fruto del ajuste, se nombró secretario general a Luis Valdez Farías, ex gobernador de La Libertad, en reemplazo de Luis Iberico; y se decidió que ningún disuelto postule. Acuña, con su hermano Humberto y el cogollo apepista, han evaluado los nombres de varios políticos que se les acercaron en los últimos tiempos, atraídos por el arrastre nacional de APP, solo comparable al de AP y FP.
A diferencia de acciopopulistas y de morados, que han querido que militantes encabecen las listas, o de FP que tenía una figura célebre como Martha Chávez; a los apepistas sí les seduce la idea de un invitado conocido abriendo la lista capitalina. Incluso, me cuentan que sometieron a varios de sus nombres posibles, a una encuesta.
Omar Chehade salió mejor parado que otros en ese sondeo. Había tenido un gran traspiés al protagonizar un escándalo de presunto tráfico de influencias cuando se le descubrió en una reunión en el restaurante Brujas de Cachiche con autoridades que tenían injerencia sobre un conflicto en la azucarera Andahuasi. Tuvo que renunciar a la segunda vice presidencia por ello. Pasadas unas temporadas, volvió a adquirir visibilidad como crítico del humalismo. En esa línea, publicó “La gran usurpación” (2016) y cobró notoriedad opinando en canales de TV. Él mismo nos cuenta que esa es una de las razones que lo pusieron en la mira apepista, además de su interés en temas de reforma política y de la justicia. Luis Iberico fue el nexo en su relación con Acuña.
En el caso de APP y de FP, los primeros puestos son fruto de la flexibilidad de nuestra normativa, que permite llenar las listas de invitados o designados. La maleabilidad se completa, con la posibilidad de que, poco antes de su selección, se inscriban como militantes. Tal es el caso de Omar Chehade y de quienes le siguen en la cartilla, como Carmen Omonte y Daniel Córdova. Por cierto, estos dos también fueron evaluados para ser el número 1, pero ganó Chehade. Córdova, fugaz ex ministro de Producción de Vizcarra, fue quien hizo las gestiones para que César Acuña se inscribiera en la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), presidida por Vargas Llosa. De ahí, la foto con MVLL, difundida por APP.
Frente Amplio, el Cochero maneja
Carlos ‘el Cochero’ Fernández Chacón fue un moderado fenómeno de recordación en las pasadas elecciones municipales en Lima. 1.54% de votos válidos sin ningún regidor elegido, es poca cosa; pero las intervenciones en el debate municipal del socarrón veterano de 77 años, diputado trotskista entre 1980 y 1985, y trabajador jubilado (uno de sus empleos fue de obrero en una planta automotiz, de ahí la chapa); le ganaron una plural simpatía.
El Frente Amplio (FA), como otros partidos, decidió renovar bancada, y dar el pase a otros militantes. Sin rostros conocidos fuera del Congreso, apelaron al ‘Cochero’. ¿Por qué no había postulado el 2016?, le preguntamos a Marco Arana, el líder del FA. Porque, su colectivo, Uníos, aunque ya estaba en la periferia del frente, no había mostrado ese interés. Recién lo mostró en las municipales. En realidad, Fernández, ya había conocido a Arana, antes de la fundación del FA en el 2013. ‘Cochero’ editaba junto a Hugo Blanco el boletín Lucha Indígena y estuvo cerca de la consolidación de Tierra y Libertad, el partido fundado por Arana, que fue la base para la inscripción del Frente Amplio.
Arana cuenta que la dirigencia se propuso buscar una lista consensuada y el nombre de Fernández fue el que menos resistencia tuvo. También acordaron que hubiera alternancia de género, de ahí que la número 2 es Rocío Silva Santisteban, de ahí un hombre y otra mujer.
Somos Perú, Lima en trozos
El partido fundado por el ex alcalde de Lima y de Miraflores, el difunto Alberto Andrade, tiene una fuerte raigambre municipalista. De ahí que su proceso para elegir candidatos, se haya dilucidado, básicamente, ente alcaldes y bases distritales. Tras la derrota en Lima, en las municipales del 2018, de su secretario general y ex alcalde de La Molina, Juan Carlos Zurek; este ha marcado distancia frente al proceso al 2020.
Su espacio ha sido ocupado por Rennán Espinoza, quien no solo encabeza la lista por Lima sino –según nos cuenta- la jefatura nacional de campaña. El dos veces alcalde de Puente Piedra (gestión por la que se ganó varias denuncias y cuestionamientos, fue militante de Perú Posible hasta al extinción formal de ese grupo, tras no haber saltado la valla en el 2016. Poco después, se hizo militante de Somos Perú (SP).
Como otros partidos sin figuras mediáticas, SP quiso invitar a alguien que diera popularidad a la lista. Susel Paredes fue ese jale que debió ostentar el número 2, justo debajo de Espinoza, pero renunció cuando se reveló que en la lista había un candidato con sospechas criminales, como Dante Mendieta. La lista quedó sin esa locomotora.
Espinoza nos cuenta una peculiaridad de la estrategia política limeña de su partido, explicable por su experiencia municipalista. Varios de sus candidatos han planteado sus campañas en términos territoriales, dividiéndose el mapa metropolitano de acuerdo a las zonas donde han hecho trabajo municipal.
APRA, golpe a golpe
Mauricio Mulder, el # 1 del APRA en Lima, nos cuenta que tuvieron 3 sesiones de su comisión política para decidir si participaban o no en la contienda. Unos creían que postular implicaba avalar lo que consideraban un golpe de estado; otros decían que no se debe despreciar ninguna posibilidad electoral. Mulder, opositor radical a Vizcarra fue, sin embargo, partidario de lanzarse a la campaña como, “una manera de cobrar cuentas a quienes han dado golpeas a la democracia”. También dijo –nos lo confirma- que quería postular. Y, la comisión, en la que participaban sus compañeros disueltos, se inclinó por su posición y por que encabezara la lista.
Hubo quienes cuestionaron esa decisión, como Jorge del Castillo, lo que motivó que la comisión política, para asegurar el puesto de Mulder y de otros dirigentes, los designara. La elección de los puestos siguientes, quedó para los jóvenes dirigentes y se dilucidó en elecciones internas de votación universal hechas pocos días luego de la realización de un congreso nacional planificado con antelación.
En el APRA, al igual que en otros partidos, se da la práctica de que dos candidatos se asocien para economizar recursos y potenciar su intención de voto. Sin embargo, el # 1 suele quedar al margen de estos acuerdos pues todos quisieran escogerlo. Es el caso de Mulder.
PPC y los abogados
En el Partido Popular Cristiano (PPC) también se debatió, al igual que en el APRA, la conveniencia de participar o no. Alberto Beingolea, presidente del partido y #1 de la lista por Lima, nos contó que ellos se manifestaron opuestos al cierre del Congreso y lo calificaron de golpe de estado. En una reunión de su comisión política, compuesta por decenas de dirigentes, hubo posiciones divididas sobre la conveniencia de participar o no, pero se impuso por unanimidad, la decisión de lanzar listas.
En ese debate, surgió espontáneamente –nos cuenta Beingolea- la idea de que él, como presidente del partido con previa experiencia congresal, encabezara en Lima, una lista en la que predominaran los candidatos jóvenes. Debajo de Alberto y de figuras jóvenes del partido, ha habido espacio para invitados como Fuad Khoury y Jorge Koechlin.
Marisol Pérez Tello, la secretaria general del partido, se encarga de la jefatura de la campaña nacional; mientras Alberto se concentra en Lima. A pesar de ser un partido de abogados, veteranos y jóvenes, varios candidatos han caído en la racha de exclusiones del JNE. En respuesta, uno de ellos, Richard Vásquez, el # 19 por Lima, ha logrado una polémica medida cautelar contra el JNE. Los abogados se defienden.