Por Jonathan Castro y Alejandro Boyco
El local de campaña de Somos Perú, en Miraflores, luce una gigantografía con los nombres de, primero, Martín Vizcarra y, debajo, Daniel Salaverry. El eslogan es “equipo que trabaja bien”. “Es algo completamente inusual en nuestra cultura nacional, y latinoamericana, ese tipo de campaña de dos nombres. Además, como primero va el nombre de Vizcarra es evidente la intención de jalar votos”, dice Ricardo Sifuentes, especialista en comunicación política.
La incorporación del expresidente Vizcarra como cabeza de lista por Lima podría traerle réditos electorales a Somos Perú, un partido que recién en el Congreso 2020-2021 pudo tener una bancada propia luego de 20 años. No hay experiencia nacional previa en la que un expresidente -con alta aprobación al dejar el cargo- postule al Congreso.
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“Somos Perú va a pasar la valla. No va a meter a la tercera parte de los congresistas, pero Vizcarra le va a dar un plus. Su capital político es bien interesante y creo que va a jalar a la lista presidencial y congresal”, dice el politólogo Jorge Aragón.
“Somos Perú corría riesgo y probablemente ahora sobreviva. No sé si construya a partir de ahí, pero de hecho va a ayudarle más que Salaverry”, añade el politólogo Omar Awapara.
En la última encuesta de El Comercio-Ipsos, el 64% de peruanos urbanos señala que aprueban la candidatura de Vizcarra al Congreso, frente a un 33% que la desaprueba. Pero las motivaciones positivas, según los encuestados, están divididas [ver infografía], mientras que las negativas consideran que quiere inmunidad. Vizcarra ha señalado que está invitando a exministros a participar de la lista.
Para comparar el efecto de arrastre que podría generar para Somos Perú en su lista parlamentaria de Lima, hay dos antecedentes útiles: las elecciones como congresistas de Keiko Fujimori, en el 2006, y de Daniel Urresti, en el 2020. En ambos casos, sus partidos obtuvieron ocho representantes en Lima, lo que representa la cuarta parte de los escaños de esta circunscripción.
En el 2006, Martha Chávez fue la candidata presidencial de Alianza por el Futuro, pero no fue una locomotora electoral: sacó menos votos que la lista al Congreso. Keiko Fujimori, en cambio, obtuvo 602 mil votos como cabeza de lista por la capital. Esto representó el 77% de los votos del fujimorismo en Lima y el 43% del partido a nivel nacional.
Al comparar la votación de los ocho representantes que tuvo el fujimorismo con el conjunto de los 35 congresistas por Lima, el efecto del arrastre es más claro. Solo tres de ellos se encuentran entre la primera mitad de los más votados (Fujimori, María Luisa Cuculiza y Martha Hildebrandt).
Otros tres elegidos, en cambio, estaban en la cola de los menos votados por Lima: Santiago Fujimori, Carlos Raffo y Martha Moyano. En la relación de los candidatos más votados por la capital, estos tres ocupaban los puestos 40, 44 y 74.
Catorce años después, en el 2020, Daniel Urresti encabezó la lista al Congreso por Lima de Podemos Perú. Allí no hubo candidato presidencial, así que el propio Urresti hizo de locomotora electoral. Su votación equivale al 70,5% de los resultados obtenidos por el partido en Lima, y el 47% a nivel nacional.
En este caso también, tres de sus representantes elegidos por Lima están en la cola de los menos votados: Cecilia García, Robinson Gupioc y Orestes Sánchez. En la relación de los candidatos más votados por la capital, estos tres ocupaban los puestos 49, 66 y 97.
Los que se beneficiaron del arrastre en ambos casos fueron, en su mayoría, los que tenían los primeros números de candidatos. Aún así, el efecto de arrastre no impactó en las listas de sus partidos en regiones. El fujimorismo solo obtuvo 13 legisladores en esa contienda; y Podemos Perú, 11 congresistas para este periodo.
“Efectivamente hay personas que jalan votos y hacen que el partido tenga más curules. Pero en el escenario que deberíamos perseguir las personas deberían votar por la lista, por la bancada”, señala la politóloga Gabriela Vega. “Sobre todo porque queda claro que un individuo solo no puede hacer nada en el Congreso”, añade.
Efectos en el corazón
La lista de candidatos por Lima de Somos Perú trae un gran grupo de personajes nuevos y desconocidos en la política nacional. Solo dos de los 27 candidatos inscritos en su lista han sido autoridades elegidas: Alejandro Salas Zegarra, regidor de Pueblo Libre, y Rolando Esteban Aguirre, regidor de Lima.
El tiempo de afiliación promedio de sus aspirantes por la capital es de apenas dos años. Los más antiguos son el vocero José Jeri Oré y el secretario distrital de Barranco José Alvarado Montoya, inscritos desde el 2014. Otros siete están allí desde el 2017.
Pero un grupo de 15 candidatos recién se afiliaron en setiembre de este año, entre ellos cuatro que habían postulado al Parlamento en enero por este partido, y uno que lo hizo por Vamos Perú. “El arrastre [de Vizcarra] va a ser sobre la incógnita”, señala Aragón.
¿Cómo puede influir Vizcarra? En la última encuesta de El Comercio-Ipsos, Daniel Salaverry no salía del pelotón de otros. En cambio, en su último mes de gestión, la aprobación de Vizcarra fue de 54%.
Su postulación, luego de conocerse las denuncias en su contra, han generado críticas fuertes. Pero esto no necesariamente va a afectar al núcleo de sus adherentes. Sifuentes pone un indicio de esto: las reacciones en redes a su publicación en la que anuncia que se unirá a Salaverry. De las 69 mil reacciones a su anuncio en Facebook, 61 mil son positivas y solo 2 mil negativas. “Es impresionantemente bajo para lo que cualquiera podría haber esperado”, dice.
Awapara, director de la carrera de Ciencias Políticas en la UPC, considera que es probable que exista un voto cruzado. “Probablemente se vote por un presidente con más opciones de pasar a segunda vuelta, y aún así se vote al Congreso por Somos Perú. Si ese es el caso, ese voto por Lima será lo suficientemente poderoso para arrastrar a otras figuras del partido”, apunta.
Pero Aragón señala que el arrastre que le pueda generar Vizcarra a Salaverry dependerá de la figura presidencial. “Martha Chávez ha sido una figura poco carismática. Pero Salaverry se recicla, se distancia del fujimorismo, tiene cierta visibilidad y características que lo ayudan”, añade.
Un tema pendiente será si los candidatos presidenciales se ven tentados a pelearse con Vizcarra, un candidato al Congreso con altas probabilidades de ser elegido.