La llegada del candidato presidencial Hernando de Soto a Arequipa estuvo prevista para las 12:45 del jueves, pero apareció cerca de las 3 de la tarde. El líder de Avanza País salió del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón en un mirabús y, sin brindar declaraciones a los medios de comunicación, comenzó su caravana de cierre de campaña. El recorrido de la portátil generó tráfico en cientos puntos de la ciudad. Incluso algunas camionetas iban en sentido contrario para ganar espacio.
MIRA: Cierre de campaña: candidatos presidenciales salieron en busca de los últimos votos
El recibimiento solo fue alborotado fuera del aeropuerto. En las calles apenas lo saludaron. En Zamácola, en el distrito de Cerro Colorado, se cruzó con un pequeño grupo de simpatizantes de Pedro Castillo, su competidor. María Agüero, candidata al Congreso de Perú Libre, vociferó varias veces “Agro sí, mina no” cerca del bus donde iba De Soto saludando a los pocos ciudadanos que lo reconocían.
Días antes, el candidato de Avanza País declaró que de llegar a la presidencia iba a impulsar los proyectos mineros Tía María y Conga. El primero de ellos, que se ubica en la provincia de Islay (Arequipa), se encuentra paralizado por el rechazo social de un sector de agricultores. En diez años, se produjeron tres conflictos sociales a causa de Tía María, con un saldo de siete muertos. Las arengas anti mineras incomodaron a De Soto, pero el candidato continuó su recorrido con su pareja, Carla Olivieri, y de algunos candidatos congresales.
En la Av. Aeropuerto, un vendedor de frutas estiró las manos para pedir algún obsequio: “un polito, fosforito, ya, un chicle, ¿nada?”. De Soto solo le regaló una sonrisa. Sonreía a todos y a nadie a la vez. El aspirante al sillón presidencial no tuvo la acogida que esperaba, la gente en las calles apenas lo reconocía. De Soto es arequipeño, pero no se le conoce alguna gestión por su tierra.
Divisiones
Desde el inicio se vio a sus militantes muy recelosos entre ellos. En Arequipa su partido está muy dividido y desorganizado. Los candidatos al Congreso por esta región caminaron a su lado, pero ninguno de ellos se hizo responsable de la caravana.
Al llegar a la Av. Parra, no se apreció a una gran recepción de la gente. De Soto y su candidata a la primera vicepresidencia, Corinne Flores, no terminaron el recorrido, pues se tuvieron que alistar para el gran cierre.
El evento final de Avanza País se organizó en la explanada La Dolores, donde antes de la pandemia se hacía conciertos musicales. Uno de los primeros candidatos en llegar fue Máximo Franco Bequer (6), al paso de la danza wititi con una docena de bailarines de Caylloma. Los asistentes se aglomeraron por más exhortaciones que se hacían desde el estrado para que guarden distancia. Media hora después llegó De Soto en una camioneta negra escoltado por cuatro miembros de seguridad de Estado. Vestía un poncho azul marino con una pañoleta granate.
Discurso
En su discurso contó que en 1947 sus padres y José Luis Bustamante y Rivero (que era jefe de su papá) fueron exiliados en Suiza donde pasó parte su juventud.
“Yo estoy candidateando a la presidencia con un magnifico equipo. Aquí está mi novia que es una rectora de universidad, al igual que mi mamá trata de dominarme, pero tengo mi corazoncito y me defiendo. También tengo al general Marco Miyashiro, que capturó a Abimael Guzmán. Es un estratega. A mi derecha otro estratega, José Williams Zapata”, dijo.
“Lo que queremos hacer es que todos tengan el mismo derecho, no que todos sean iguales, somos desiguales, nosotros los arequipeños sabemos que somos superiores, pero lo importante es que el resto de peruanos tengan los mismos derechos”, remarcó el candidato.
Sobre la minería indicó: “Nosotros andamos enfrentados. Salen agricultores y dicen: agricultura sí, mina no. Salen otros a decir: mina sí, agricultora no. ¿desde cuándo las máquinas están hechas de camotes? Están hechos de minerales, pues”.
Mientras el candidato culminaba su discurso, en el público dos simpatizantes de los candidatos N°2 (Julio Sumerinde) y N°6 (Máximo Franco) tuvieron roses por ganar protagonismo. Al cierre de la actividad se contabilizaron más de 500 personas, todos aglomerados. A De Soto le pasaron la voz que la policía llegó para intervenir el evento, y aceleró su discurso.
“Me acaban de decir que ya vino la policía. Le he pedido al general Miyashiro que use sus influencias, pero parece que ahí nomás llega. Antes de convertirnos en un gran sector informal y que nos apaleen, a los arequipeños no nos gusta que nos traten mal, voy a comenzar a cerrar esto”, resaltó el candidato.
El economista cerró su campaña con un discurso que no pegó del todo entre sus simpatizantes, pues esperaban un gran anuncio para Arequipa. “Si no nos damos cuenta, van a volver a regresar los Vizcarras, van a regresar los equipos ‘de lujo’, como PPK, van a regresar los Sagasti que, esta mañana, en el Hospital Dos de Mayo, dijo -para no repetir lo que dice un arequipeño- que ha fallado el Estado. Claro que ha fallado”, señaló.
De Soto permanece en Arequipa hasta este viernes, día en el que sostuvo reuniones con gremios y jóvenes.