La fragmentación de la intención de voto obliga a explorar las tendencias en cada región. Al mirar el detalle de la encuesta, se observa hacia dónde se inclinan algunas zonas del país y qué diferencias traen respecto a los últimos meses y a la elección del 2016.
Lima capital dejó de ser la tierra que más le sonreía a George Forsyth (en enero, 21%) y en la que le llevaba una amplia ventaja a su más cercana seguidora, Keiko Fujimori (10%). Ahora alberga un triple empate entre el exalcalde de La Victoria, Yonhy Lescano y Rafael López Aliaga.
Si bien tienen resultados similares, hay diferencias en otros aspectos que marcarán la pauta: mientras la intención de voto de López Aliaga es mayoritariamente capitalina, masculina (solo 4% entre mujeres) y de los sectores A y B, la de Forsyth es más elevada entre las mujeres y pareja entre sectores socioeconómicos; y la de Lescano es mayor entre los adultos de 43 años a más y en el interior del país.
Las preferencias no son las mismas para el Congreso, donde Acción Popular destaca largamente, seguido por Fuerza Popular y Renovación Popular.
En regiones, el sol del norte ya dejó de brillar para Alianza para el Progreso. Ahora, los favoritos por allá son Lescano y Forsyth. Aun así, la opción del blanco y viciado los supera.
En el sur, la tendencia es mucho más clara: Lescano, puneño de nacimiento, es el favorito. Los resultados a su favor también van de la mano con la preferencia por su partido. Atrás ha quedado Verónika Mendoza, quien en los comicios del 2016 obtuvo el primer lugar en Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Moquegua, Puno, Tacna. Está muy por detrás de Lescano, y su partido tiene poca intención de voto en el sur.
En el centro, solo la presencia del acciopopulista es destacada, en comparación con el resto. Pero el único sitio donde el puntero no va muy bien es la selva, donde Forsyth va por delante.