ADRIANA GARAVITO
Cortar rápido, tener los ingredientes a la mano, poner el agua, tener todo listo dentro de una hora, correr de un lado a otro... Si esto es lo que se te viene a la mente cuando piensas en cocina, no es raro que prefieras evitarlo. Pero cocinar no tiene por qué ser caótico. De hecho, puede ser una actividad terapéutica. Todo es cuestión de ser consciente de lo que estás haciendo. Así, la experiencia será totalmente nueva.
“Si te concentras en tu respiración, te conectas con los ingredientes y con tus cinco sentidos, lo que va a suceder es que vas a sentir mucha paz”, cuenta la chef Brisa Deneumostier. “En realidad, cocinar es un tipo de meditación. Y cuando la comienzas a practicar empiezas a sentir una armonía y no solo cuando cocinas, sino en tu vida”.
Ella aprendió a cocinar así en templos budistas y desde entonces comparte lo que ha aprendido en talleres de 2 a 3 horas aquí en Lima o en Lurín. “No importa si sabes cocinar o no. Lo importante es que tengas ganas de hacerlo y de sentirte mejor. De verdad que no hay nada más lindo que conocer lo que estás cortando o transformando. Hasta los bocados saben distinto”.
MÁS DATOSSeamos másMeditar requiere de silencio, pero esto no quiere decir que no puedas practicar esta cocina acompañado. Según Brisa, con más personas, mejor.
Te escuchoUna de las claves para sentirte en armonía cuando cocinas es prestar atención a los sonidos que percibes cuando cortas varios ingredientes o los mezclas entre ellos.
SonríeLa chef hace notar que cuando se cocina un día en el que el estrés o algo que te molesta te supera, lo más probable es que la comida no salga bien. Intenta hacerlo con buen humor.
Acto natural¿Quieres dejar de comer grasas? Una de las ventajas de unir la cocina con la meditación es que no te pones reglas. Tú sola te vuelves consciente de lo que realmente te hace bien al cuerpo.