Los que vieron a Ronaldinho pisar un balón en grandes campos de Europa y levantar la Copa del Mundo de la FIFA, jamás imaginaron que esto podría pasar: verlo esposado, rodeado de policías yendo a una citación del juez. Pues la imagen es real, es viral y es una pena para sus seguidores que ven con sus propios ojos que así seas ‘R10’ no puedes driblear la ley.
Ronaldinho compareció el sábado por la mañana en Asunción a una audiencia de imposición de medidas, luego de que el retirado astro brasileño del fútbol fue arrestado la víspera bajo sospechas de que ingresó al país con documentación falsa.
El jugador de 39 años y su hermano Roberto Assis fueron arrestados la noche del viernes en un hotel de la capital de Paraguay. Ambos aparecieron el sábado esposados y Ronaldinho trataba de ocultar las esposas bajo un trozo de tela lila.
El abogado de Ronaldinho, Sergio Queiroz, opinó que era desmedido esposar a los detenidos para trasladarlos a una audiencia, aunque ese procedimiento es común en Paraguay.
“Es absurdo. Ellos no presentan ningún riesgo de agresión o de fuga a las autoridades policiales” al ser conducidos para una simple audiencia, afirmó Queiroz en declaraciones a The Associated Press.
► Ronaldinho y su hermano fueron detenidos y son trasladados a prisión en Paraguay
► Ronaldinho, un mago del balón que acumula deudas y problemas con la Justicia
Esta “humillación”, agregó Queiroz, “infringe los derechos humanos” de ambos detenidos y las autoridades “están haciendo un circo” para poder utilizar su imagen políticamente.
El abogado dijo que su equipo legal presentó un recurso para obtener la liberación del exfutbolista y su hermano.
Los hermanos dijeron que recibieron los documentos presuntamente falsos como un obsequio de un empresario brasileño, Wilmondes Sousa Liria, quien fue apresado. La fiscalía solicitó el sábado informes a varias personas, entre ellas Sousa Liria y estableció un plazo de tres días para recibirlos.
Ronaldinho, un volante ofensivo que también jugaba de delantero, se consagró campeón mundial en 2002 con Brasil, conquistó la Liga de Campeones con el Barcelona y obtuvo la Copa Libertadores con Atlético Mineiro. Ganó dos veces el premio al mejor jugador del año de la FIFA y un Balón de Oro. Se retiró en 2015.