CATHERINE CONTRERAS
Giulliana danza en un ballet de salón. A sus 22 años coquetea con la perfección y va camino a convertirse en una gran asistente de sala. ya casi lo es, y disfrutamos la calidez de su atención en Astrid & Gastón, el restaurante que notó un gran potencial en la joven egresada de la primera promoción de la Escuela de Mozos de Pachacútec.
“Vivo en San Martín de Porres. Estudiaba inglés y quería complementar con otra carrera. Mi hermana que estudia gastronomía me pasó la voz de la escuela de mozos de Pachacútec”, cuenta Giulliana Cáceres, quien después de ocho meses de estudios y prácticas pasó a integrar el equipo de Astrid & Gastón. Hoy ensaya sus últimos pasos de servicio en el local de Cantuarias, próximo a cerrar.
“Empecé en línea, donde sacan los platos [de cocina], y ahí fui aprendiendo. Preguntaba ¿qué es esto, esto y esto?”, recuerda esta chica que nunca dudó en preguntar, observar y aprender de mozos profesionales como Anibal Díaz, quien suma 16 años en Astrid & Gastón.
DE VUELTA AL PERÚBrenda Yndigoyen ha cambiado en los últimos ocho meses. Y no solo por el ligero acento español que se le ha pegado luego de permanecer ocho meses en Galicia (noroeste de España).
“Estuve en un restaurante de una estrella Michelin que se llama Casa Solla, del chef Pepe Solla”, nos cuenta Brenda (18), quien ganó esta pasantía por sus méritos en la Escuela de Mozos.
Eran solo tres personas en sala para atender nueve mesas, así que Brenda aprendió mucho de organización y trabajo duro. “Eso de que te vas a otro país y la mente te cambia, yo doy fe, porque he ido y he regresado siendo otra persona”, confiesa.
Brenda ya ha sido reclutada para ser parte de Astrid & Gastón en Casa Moreyra, así que la veremos bailar como Giulliana desde la primera quincena de febrero próximo, junto a otra egresada de la Escuela de Mozos de Pachacútec.
Ella es Sandra Galván (19), quien terminó el colegio a los 15 años. Estudió administración de hoteles y restaurantes por dos años y buscó complementar sus estudios, pues aún no podía trabajar al ser menor de edad.
Sandra vive por Pachacútec, y se enteró de la carrera por unos tíos que estudiaron cocina allí. Hizo prácticas en los restaurantes Sonia, Astrid & Gastón y La Red, donde al final trabajó por un año. “Aprendí a ser más ágil y rápida, por la presión misma de la gente”, nos cuenta.
Hoy, las tres noveles asistentes de sala están listas para atrapar sus sueños. Trabajar en Astrid & Gastón será la primera estación de un periplo que les traerá nuevos estudios, viajes y aprendizajes, pero siempre para regresar al servicio del Perú.
PARA POSTULAR
Ignacio Medina, director académico de la escuela que tiene como asesor a Luís García (ex director de salón del restaurante El Bulli), explica que serán 25 alumnos los que podrán estudiar en el próximo ciclo que inicia el 15 de marzo y acabará el 15 de diciembre.
Las inscripciones estarán abiertas hasta el 15 de febrero. Para más información los interesados pueden comunicarse al 304-0939 o visitar la web de la Fundación Pachacútec.