Durante los primeros tres o cuatro meses, los bebés suelen llorar inconsolablemente. Esta irritabilidad generalmente aparece tres horas al días en las seis semanas y luego, en los siguientes meses, se reduce a una o dos horas al día. Si este llanto se intensifica y persiste en cualquier hora del día, probablemente se trate de un cólico.
La aparición de un cólico no tiene una causa definitiva. De hecho, existen varias razones. Normalmente, el cólico surge como respuesta a un estímulo que tiene el niño. También aparece porque el bebé no puede consolarse ni regular su sistema nervioso, señala la Academia Americana de Pediatría (AAP). Además, los cólicos aparecen al tercer o cuarto mes de edad pero pueden durar hasta los seis meses.
Por ejemplo, algunos bebés lactantes tienen sensibilidad a un alimento en la dieta de la madre. Entonces, les puede producir cólicos. Otros, en cambio, le tienen sensibilidad a la proteína de la leche en fórmula.
Según la Academia Española de Pediatría (AEP), el bebé puede presentar síntomas como ataques de llanto durante la tarde y noche, encoge piernas sobre el abdomen y cierra los puños y mantiene la cara enrojecida por el esfuerzo.
Sin embargo, a medida de que el niño va creciendo, su nivel de auto-consolación irá mejorando y no tendrá tanta sensibilidad como antes. En caso los cólicos continúen, no se debe descartar la posibilidad de que el niño presente un problema médico como hernia u otra enfermedad.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) aconseja realizar estas acciones para evitar aliviar los cólicos de los bebés:
- Consulta con el pediatra. Es mejor que la primera opción sea acudir al pediatra ya que así podrán identificar si el llanto del bebé se relaciona con un problema médico grave que necesita un tratamiento.
- La alimentación en la madre lactante. Algunos productos como los lácteos, la cafeína, la cebolla o cualquier alimento que sea irritante para el bebé se debe quitar de la dieta de la madre para evitar provocarle gases. Recuerda que la leche materna transmite al bebé todos los alimentos o nutrientes que ha consumido la madre lactante.
- No lo alimentes demasiado. Algunos padres creen que no han alimentado lo suficiente a sus bebés por lo que terminan dando más alimentos que lo recomendado. Lo ideal es que el bebé pueda consumir sus alimentos de 2 a 2.5 horas entre ambas comidas.
- Sal a pasear con tu bebé. Una manera de tranquilizarlo es llevarlo a pasear cerca de tu casa en su cochecito. El movimiento y el contacto físico lo tranquilizarán.
- Colócalo boca a abajo sobre sus rodillas y frota suavemente su espalda. La presión contra su estómago puede ayudar a consolarlo.
- Mecerlo. Una opción es sentarte en una silla mecedora o mecer al bebé en brazos.
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