Es imposible negar la presencia de la tecnología en nuestra sociedad; sin embargo, con su llegada, algunos hábitos indispensables que regían la vida de los seres humanos, se han ido perdiendo con el paso del tiempo. Por ejemplo, en el caso de la lectura, acto muy importante que nos permite desarrollar una autonomía cognitiva, en definitiva, se observa un declive sustancial, puesto que cada vez son menos las personas que leen. Una de las principales causas es la falta de estimulación desde los primeros años, motivo por el que el National Literacy Trust, estima que solo el 47.8% de los niños de 8 a 18 años afirman disfrutar de la lectura.
¿Por qué es tan importante fomentar la lectura desde la infancia?
Según explicó Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, la lectura es un pilar importante en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, ya que ayuda al perfeccionamiento del lenguaje y que este sea más fluido, mejora la expresión oral y escrita, aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía. Asimismo, promueve la comprensión, estimula la concentración, fomenta la creatividad y la imaginación y le permite razonar y sacar conclusiones sobre los hechos.
Por esta razón, es vital cultivar el hábito de la lectura desde una edad temprana, además, como destacó la especialista, este es un proceso interactivo ideal que fortalece el vínculo entre la persona que lee el cuento y el pequeño, ayudándolo a tener un saludable momento de recreación, puesto que lo transportará a un mundo diferente, lleno de emociones y aventuras.
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¿Cómo podemos crear el hábito de la lectura en los niños?
En primer lugar, es importante educar con el ejemplo; es decir, si los niños ven a sus padres y a las personas de su entono leyendo un libro, un texto, el periódico o una revista, ellos también van a querer hacerlo por modelo e imitación, recalcó la psicóloga.
De igual manera, recomendó que los libros más adecuados para los infantes pueden ser cuentos cortos o alguna historia que contenga un inicio, trama y fin, puesto que este orden también ayuda al niño a que pueda expresarse correctamente y no sea desordenado en su forma de hablar. Asimismo, debemos tomar en cuenta que estos textos deben ser acordes con la edad de el niño, así como considerar el tamaño del libro y las letras, la cantidad de dibujos y; sobre todo, que el contenido sea del interés del pequeño.
Otro aspecto clave es, el instaurar una rutina de actividades para el niño, en donde esté incluida el leer un cuento para que haya un mejor proceso de adaptación y recepción del hábito. Igualmente, Castro destacó la importancia de nunca emplear la lectura como un castigo, dado que no es saludable y además, hará que el niño lo relacione con dicha sanción y pierda por completo el interés por leer.
La lectura vs. la tecnología
Como se mencionó anteriormente, la tecnología ha calado hondo en nuestra cotidianidad; sin embargo, es responsabilidad de los padres que el hábito de la lectura no se vea apañado por esta. Por esta razón, la especialista sugiere que es mejor evitar leer los cuentos desde una tableta inteligente o un celular, ya que es más beneficioso para el desarrollo del niño contar con el texto en físico. Por un lado, debemos tener en cuenta que muchas veces estos aparatos tecnológicos tienen mucho brillo, haciendo que el infante se acostumbre a esta nitidez y cuando tenga la oportunidad de tener un libro es sus manos, le va a aparecer aburrido y poco atractivo, restándole total atención al texto. Además, estos pueden generar una mayor distracción para el niño, ya que al contar con una serie de aplicaciones se ponga a jugar con el dispositivo y deje de lado la lectura. En cambio, hay algunos libros físicos interactivos, los cuales contienen diversos materiales que estimulan los sentidos y promueven una mayor dinámica entre el niño y el libro.
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