En lo que va del año, se han registrado 18 casos de filicidio, es decir, padres que asesinan a sus hijos, informaron voceros del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi.
Freddy Vásquez, psiquiatra de la institución, señaló que esta cifra ya es igual a la del 2013, por lo que mostró su preocupación ante un posible crecimiento de este tipo de casos.
“Si bien no estamos ante una tasa alta de mortalidad relacionada a esta situación, hay que tomar conciencia frente a esta problemática social y familiar”, manifestó el especialista.
Detalló que este año, de los 18 asesinatos que califican dentro de la categoría de filicidios, 14 fueron cometidos por mujeres y solamente 4 de ellos por hombres, lo cual tiene una explicación psicológica, según Vásquez.
“Las madres que asesinan a sus hijos lo hacen porque los ven como un objeto de su propiedad por el hecho de haberlos llevado en su vientre, por haberlos dado a luz. Es una desconexión con la realidad y con el valor de la vida. Los padres, por otro lado, lo hacen normalmente con un fin revanchista, al ver que sus parejas los abandonan”, anotó.
Para el psiquiatra también es preocupante el aumento de casos de parricidio, que constituyen una situación inversa al ser los hijos los que matan a los padres. En ese sentido, reveló que se ha registrado un porcentaje de crecimiento de un 50 por ciento.
“Durante el 2013 y el 2014 hemos presenciado seis casos, en comparación con el 2011 y 2012 cuando hubo solo tres. Es notorio que estamos ante una situación complicada”, dijo a Andina.
FACTORES DETERMINANTES
Respecto de los factores que determinan la posibilidad de que un individuo cometa un filicidio, el director adjunto del mencionado instituto de salud mental, Horacio Vargas, explicó que son diferentes y que dependen de varios aspectos.
“Hablamos tanto de trastornos psicóticos y esquizofrénicos que derivan en una personalidad violenta como del consumo de sustancias que nublan el juicio, como las drogas y el alcohol. Todo esto tiene como contexto la violencia familiar y momentos en los que se pierde el control y se llega a extremos”, advirtió.
Al hablar de parricidios, se repite la idea de los trastornos y las drogas, aunque el principal motivo está basado en la respuesta al abuso por parte de los padres. “Ellos (los victimarios) buscan defenderse de la violencia que reciben por parte de su progenitor y la situación se les escapa de las manos”, señaló.